Intercambiador de cromos
El oficio de intercambiador de cromos no es verdaderamente nuevo, de hecho surgió hace unos diez años cuando los cromos de pokémon estaban en boga. Sin embargo, podría considerarse como un empleo nuevo con un futuro prometedor debido a que esa aparición fue breve y no se explotó todo lo que se debería.
En cualquier caso, el intercambiador de cromos, como su propio nombre indica, es un profesional que se dedica a intercambiar cromos de distintas colecciones con coleccionistas variopintos para ayudarles a completar su álbum. Son personas de sabiduría ecléctica, pues tienen que conocer un poco de todas las colecciones de las que poseen cromos para facilitar el intercambio. Lo más común es que sepan la vida y milagros de varios personajes de series infantiles, de futbolistas, de animales, de los más buscados por el FBI y de marcas de calefacciones. Paralelamente suelen llevar algún que otro tazo, moneda antigua o hojas de libreta perfumadas por si se da la ocasión de intercambiar también eso, aunque no sea su principal actividad.
Suelen vivir una vida prácticamente ascética, mayoritariamente apartados de la sociedad y en constante peregrinaje. En principio no son llamados por sus clientes, sino que moran de un lado a otro buscando a personas comprando o intercambiando cromos para echarles una mano. En cuanto al precio que le cobran a sus clientes por el intercambio existe una amplia variedad. Por una parte, muchos de los intercambiadores de cromos son contratados por las propias editoriales que fabrican los cromos, para así dar esperanzas de acabar la colección a todos los compradores de cromos; en este caso, obviamente, el precio que cobran los intercambiadores a sus clientes es nulo o cuanto menos muy escaso. Sin embargo, la mayor parte de los intercambiadores trabajan por su cuenta. Si bien muchos de los que se pueden clasificar en este último grupo son grandes filántropos que trabajan en esto debido a su interés por aliviar el dolor de todos aquellos pobres y desvalidos coleccionistas que no logran acabar su colección, existe un buen grupo de intercambiadores más avariciosos y fulleros, que cobran sus servicios a precios astronómicos después de haberlos realizado (para evitar la negativa del cliente) e incluso en ciertas ocasiones asaltan a jóvenes indefensos para obtener cromos raros que puedan serles de utilidad para el intercambio o para vender en el mercado negro.
Los intercambiadores de cromos tienen una profesión dura: normalmente no ganan mucho más que para comer de forma decente, tienen que desplazarse constantemente; y, por otra parte, es importante dejar claro que no es nada fácil hacerse con cromos raros que hagan fluido el intercambio, por lo cual muchos ceden a realizar las prácticas mal vistas comentadas anteriormente. Sin duda es una profesión ardua que implica una dedicación total, pero muchos se embarcan en ella de todos modos con la promesa de ver mundo y aprender los nombres en varios idiomas de todas las especies de pokémon, por lo que promete convertirse en una profesión muy solicitada en un futuro no muy lejano.
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