El sol es una estrella, es decir, una pelota muy grande y caliente, que es bastante egocéntrica y hace girar a otras pelotas (conocidas como planetas, asteroides, cometas y Charles Bronson) alrededor de sí. Está compuesta por cientos de miles de millones de litros de gasolina sin plomo que han sido puestos arder de una forma que se desconoce. El sol nació hace muchos años, pero no se sabe exactamente cuántos porque por aquel entonces no existía la Tierra, ergo no existía el ser humano, ergo no existían los calendarios. Sin embargo, nuestros astrónomos han estimado que el nacimiento del sol tendría lugar a principios de Verano, más o menos, en un día bastante fresco.
Nadie sabe exactamente cuál es el volumen del sol porque está demasiado caliente y nadie se ha atrevido a medirlo personalmente, pero se estima que es tan grande que se podrían meter dentro todas las piscinas privadas de todos los alcaldes de ayuntamientos pequeños de modo que aún quedase suficiente espacio como para hacer esta operación de nuevo más de 1000 veces. En cuanto a su diámetro, medido a dedo desde la Tierra es más o menos de un pulgar, por lo que, debido a la distancia entre el sol y la Tierra, en total debe medir varios gritones de pulgares.
Hay varias teorías acerca de cómo surgió el sol. Muchos dicen que tales cantidades de combustible sólo pueden encontrarse en una gasolinera, por lo que es probable que alguna especie alienígena perdiera una cantidad considerable de combustible debido a una fuga en algún puesto de repostaje espacial (esta teoría ha sido ampliamente rechazada porque no se explica cómo empezó la gasolina a arder). Otra teoría más ampliamente aceptada afirma que en realidad era un cóctel molotov de titánicas dimensiones lanzado a la vía láctea por motivos desconocidos. Una tercera teoría, más novedosa que las dos anteriores, dice que el sol era en realidad un enorme vertedero de basura intergaláctico que se abandonó y se puso a arder para eliminar los residuos.
Los planetas del sistema solar aparecieron después, pero en este caso se tiene mucho más claro su origen. Las fuerzas interplanetarias se dieron cuenta del peligro que supondría una bola de combustible incandescente dando tumbos por el universo, así que intentaron destruirla con varios proyectiles de enorme tamaño. Sin embargo, debido a un error de cálculo, los proyectiles entraron en la órbita solar como planetas. Así, los planetas del sistema solar son en realidad proyectiles enormes, o lo fueron, pues ninguno funciona ahora. Plutón y los otros cuerpos celestes tuvieron un origen distinto, pero ¿a quién le importa?
El sol produce calor porque está siempre ardiendo, pero como efecto secundario produce luz. Sin embargo, no se trata de una luz normal. Es una luz mágica que hace crecer a las plantas, jode especialmente en los ojos y puede quemar hormigas con ayuda de una lupa. Muchos dicen que esta luz es incolora, pero en realidad es de color amarillo claro, más o menos como el ataque “Aureola” del fire emblem, pero no causa daños graves a usuarios de magia oscura y monstruos, salvo casos especiales como el ejemplo de los trolls, los vampiros tanoréxicos y los albinos. Esta luz nos aporta cosas positivas (como evitar gastar energía eléctrica) pero también alguna que otra negativa (la actividad sexual no es lícita cuando el sol alumbra).
Muchos astrónomos han predecido el fin del sol dentro de algún tiempo. En ese momento el ambiente se volverá más frío y oscuro, por lo que habrá que usar más calefactores y lámparas y el consumo de energía eléctrica se multiplicará. Con esto, nos volveremos especialmente dependientes de las compañías de producción de energía, por lo que los precios subirán, y debido a esto, habrá suicidios masivos que podrían acabar con la especie humana. En cuanto a los otros seres vivos, como no tienen calefactores pasarán un frío de cojones. Las piedras no tendrán problemas, de todos modos.
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