Interesante documental sobre el tema. |
Pero en la Thierra, la dimensión alternativa donde están Himandia y Pork la cosa es más complicada porque existe el infierno laico y las almas no son una patraña que nos inventamos cuando nuestros cerebros todavía no estaban bien conectados y alucinábamos todo el día.
Claro que tampoco son nada especialmente espiritual, sino corrientes eléctricas que abandonan el cuerpo tras la muerte en forma de ondas electromagnéticas y son atraídas hacia una enorme antena que hay sobre el Infierno.
Estos curiosos efectos naturales hacen que la medicina legal y forense sea un asunto un tanto más interesante si cabe en esta dimensión y especialmente en Himandia, donde la increíble cantidad de asesinatos que se producen en su capital, Pork, hace necesario tomar medidas.
Para empezar, la Universidad de Pork enseña nigromancia, y es una de las mejores del mundo a tal efecto. La nigromancia en la Thierra está en esa extraña fase en la cual empieza a haber inquietudes científicas pero también mucho pirado. Digan lo que digan los más lunáticos, es imposible revivir a alguien, o comunicarse con su mente. Si está en el infierno ¿cómo va a volver a su cuerpo?
Lo que hacen normalmente es aprovechar las funciones nerviosas no conscientes del recién muerto para obtener información simple. Mediante una reanimación parcial pueden hacerles repetir sus últimos movimientos, u obtener la última imagen que captaron sus retinas.
También sucede que muy, muy, muy de vez en cuando, una mente se queda atrapada en un aparato eléctrico al perderse en su camino a la JODIDA ANTENA GIGANTE DEL INFIERNO. Estos poltergeists tienen normalmente una “vida” muy corta, y dependen de que el aparato en el que hayan acabado siga encendido, así que normalmente no suelen usarse con fines legales. De hecho las leyes no están preparadas para declaraciones póstumas sobre herencias y demás, lo que da lugar a casos curiosos.
No obstante esta es una ciencia relativamente nueva, lastrada por siglos en los que era llevada a cabo como una práctica esotérica rodeada de todo tipo de misticismo. Hoy en día todavía tiene muchos de esos mitos e incluso la mitad de lo que los propios especialistas saben o creen saber son habladurías y desinformación. Quizá esta disonancia cognitiva es lo que hace que casi todos estén como auténticas regaderas.
Por otra parte, otra de las razones de que la nigromancia sea especialmente practicada en Pork es el rechazo que se da en otros países a la práctica de manipular el resto del “alma” que queda en los cuerpos. A los cthólicos, sachanistas y otros grupos religiosos extendidos en Himandia les parece irrisorio que el alma tenga algún valor o pueda incluso considerarse sagrada, pero no es así en otros sitios. Los sachanistas como mucho se preocupan un poco de que esto pueda molestar a las consciencias que están en el Infierno, pero todo lo que piden al gobierno es que una vez al año descarguen un camión de caramelos en el limbo y a otra cosa. Claro que nadie lo hace porque hace tiempo que Himandia se gobierna por inercia.
Esperamos que esta entrada os haya resultado ilustrativa. Si creéis que el alma es algo de verdad y que las nuestras irán al infierno de verdad, dadnos todos los detalles mandándonos hatemail a nuestro correo, twitter, G+ o los comentarios de esta misma entrada o cualquier otra en realidad, no somos tan tiquismiquis. ¡Lo esperamos!
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