Encontrarás un libro de recetas en tu desván con pintas de contener oscuros secretos y serás incapaz de resistir la tentación de hacer una de ellas (literalmente, el libro te manipulará para que tengas una necesidad imperante de hacerlo). Así pues, crearás el bizcocho más fuerte del mundo usando harina de fuerza, manteca de cacahuete asesino y leche de vaca artista marcial. El problema es que el bizcocho tendra conciencia propia, así que se escapará y serás incapaz de dar con él una vez salgas de tu frenesí alimenticio. El resto del mes te dedicarás a exorcizar el libro.
Un día tu casa empezará a oler a bizcocho de estos que sabes que te van a dejar la boca seca. Al principio te imaginarás que los vecinos se están poniendo a cocinar o algo, pero el olor permanecerá en tu casa durante días. A finales de mes descubrirás que alguien ha reventado tu congelador a hostias y que hay restos de pastel por todas partes. Dichosos vecinos y sus rituales sachanistas...
Sin darte cuenta, comprarás leche de vaca artista marcial en lugar del habitual tetrabrick de agua blanca. Te enterarás cuando tomes el desayuno al día siguiente, y pronto te pondrás a hacer cábalas sobre el cuerpo tonificado que desarrollarás al beber leche de unas vacas tan bien entrenadas y lo mucho que ligarás a consecuencia de eso. Por desgracia nada de eso pasará, pero la leche estará deliciosa. Para compensar, te pasarás todo el mes pensando muy fuerte que tienes que hacer ejercicio, pero no llegarás a cambiar tu rutina al respecto.
Si eres el gemelo bueno, llevarás a tu hermano a ver unas vacas que aparentemente hacen tai chi. Si eres el gemelo malo, tratarás de raptar las vacas artistas marciales para que trabajen para ti en tus planes de exterminio de tu hermano. Sin embargo no entraba en tus cálculos que unas vacas caracterizadas por su control sobre las artes marciales podrían no ser especialmente fáciles de secuestrar. Te pasarás buena parte del mes con contusiones y deseando vengarte de esos asquerosos moluscos.
Un día pensarás en comprar bizcocho, pero al final comprarás galletas.
Te encontrarás una pequeña banda de bizcochos animados y musculosos comiendo chocolate en tu cocina. Con gran dificultad, los atarás y los meterás en la nevera. Te pasarás varios días buscando artes pasteleras para entrenarlos y ordenarles que hagan maldades por ti. Sin embargo, para entonces habrán muerto en la nevera. O se habrá roto el hechizo que los mantenía animados o algo. Sea como sea, te negarás a comerlos y se lo venderás a unos vendedores ambulantes para que le causen una úlcera a un incauto o algo.
Unos pasteles animados y musculosos entrarán en tu propiedad y empezarán a romper cosas. Te divertirás tanto destrozando sus musculosos y dulces cuerpos que usarás tu máquina del tiempo para viajar atrás y asegurarte de que esta improbable situación tuviera lugar con magias cuánticas. Deliciosas, deliciosas magias cuánticas.
Eres de los que cree que en tu cumpleaños el cumpleañero debería ser el que hiciese los regalos, así que agasajarás a tus reses con un cursillo acelerado de tai chi, para que liberen su mente y produzcan leche de la más alta calidad que venderás a un buen precio. Y para rematarlo, este mes ni tú ni tus vacas sufriréis ningún infortunio... aunque está ese asunto de daños de propiedad del que estás completamente convencido de que no tiene relación alguna con vosotros.
Teniendo en cuenta que el mes siguiente cumples años y que comprar un pastel de cumpleaños en Fagas es, según tu experiencia, una muy mala idea, decidirás adelantar trabajo y comprar este mes un pastel que parezca lo suficientemente resistente como para resistir hasta el siguiente sin perderse. De hecho comprarás un par, uno para probar si está bueno y la otro para usarlo en tu cumpleaños. Por desgracia, el pastel que comprarás será un bizcocho asesino de Chok-Lorg que a pesar de estar inactivo sigue siendo lo suficientemente violento como para causarte una úlcera de un puñetazo certero a tu estómago desde dentro. Tampoco se pierde tanto, seguro que puedes encontrar la manera de clavarle las velas a un yogur natural.
Este mes te apetecerá mejorar tus dotes culinarias. Inconscientemente, robarás toda la magia de origen gastronómico de varios kilómetros a la redonda para mejorar tus habilidades culinarias, lo que implicará la desactivación de golems de mazapán y cosas similares. Participarás en un concurso de cocina con tus codornices rellenas de elefante y te darán todos los premios. Vamos, nada fuera de lo común.
Un desconocido te venderá unos bizcochos con forma de un hombre musculoso pequeño y achatado, diciendo que tiene poderes mágicos. Lo comprarás sin pensarlo dos veces, no porque lo creas o no, sino porque te parece una mentira que no solo puedes replicar para venderlo tú, sino mejorar para sacarle un jugoso beneficio. De esta manera conseguirás vender cinco bizcochos musculosos diciendo que sus músculos de masa te darán suerte en el dinero, en el amor, en los deportes y te harán parecer más dulce. Después vendrá la policía a cerrarte el garito por múltiples demandas por daños de puñetazo recibidos en el interior del estómago de algunos de tus clientes. Por suerte les darás esquinazo. Benditas bombas de humo.
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