Hoy, a la hora de merendar, el doctor Steven Falkings, experto en física y campeón de halterofilia (lo que le ha granjeado el título del físico con el mejor físico) ha vuelto a comparecer mediante vídeoblog desde su gimnasio-laboratorio en una localización desconocida para hacer una petición a los gobernantes del mundo.
Ya que, en su opinión, todos están dispuestos a soltar cosas nucleares más tarde o más temprano; propone un uso controlado de las mismas de modo que, en vez de producir un invierno o un verano nuclear, ambos casos extremos, se cause una primavera nuclear como alternativa templada.
“Al contrario que las otras opciones que se barajan, una primavera nuclear en la que la temperatura solo subiera un gradete”, explica, "no solo favorecería el ecosistema de varias regiones sino que, además, impulsaría la economía de las bandas de supervivientes que podrían cazar en las ruinas calcinadas de las ciudades y disfrutar de bonitos días de pesca en ríos radiactivos”.
Después de que el vídeo se cortara unos minutos mientras empezaba a hablar de convertirse en rey indiscutible del yermo, culminaba señalando que su pueblo está muy bonito en primavera y que, como ya dice el refrán, la sangre altera, le sería más fácil encontrar novia.
La comunidad científica (especialmente por las universidades de Villacuerno y los expertos en resología O. J. Garciláez y D. Williams) rápidamente se ha dividido entre aquellos que apoyan la moción del Dr. Falkings y aquellos que se preguntan que por qué no un otoño nuclear, que también tiene su encanto y hasta queda como más elegante, pero estos se han convertido en objetivos de una lapidación científica misteriosa que ya se ha cobrado cinco muertos y numerosos heridos. Las autoridades no hacen declaraciones al respecto.
Aún con todo, los gobiernos del mundo han ignorado una vez más a Falkings y sus periódicas disquisiciones inmortalizadas en vídeo, por lo que en esta ocasión ha sido el propio doctor quién ha tomado la iniciativa de acudir a la cumbre internacional del clima más próxima a proyectar sus videorreflexiones a ministros y presidentes, quienes reaccionaron con sonoros "¿quién es este hombre?", "deténganlo" y "¿por qué está estrangulando a ese ministro brasileño?".
Pero, a pesar de esta reacción por parte de la comunidad internacional, Falkings aseguró estar ya acostumbrado y que eso no hará que deje su trabajo ni que abandone sus valores.
Desde Monifate le deseamos la mejor de las suertes en esta empresa y, si quieres unirte a nosotros en ello, no dudes en mandarnos hatemail a nuestra cuenta de correo o también de Google+ o Twitter. ¡Primavera nuclear para todos!
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