Te darás cuenta de que alguien ha incumplido muy fuertemente las leyes de venta de viviendas en otras dimensiones, así que lo teletransportarás al tribunal interdimensional para que lo juzguen por sus crímenes. Sin embargo, por algún motivo, el habitualmente implacable tribunal interdimensional no hará mucho más que darle un tirón de orejas al criminal, obligarlo a que devuelva a toda la gente a la que ha transportado a su dimensión original ipso facto y decirle que si lo volvía a hacer se metería en problemas. El sistema está podrido.
Un día navegando por internet te saltará un pop-up preguntándote cómo sería tu mundo perfecto. Desoyendo los consejos de tus padres de no hablar con ventanas emergentes que no conozcas, pondrás que "igual, pero con más dinero". Justo después de darle al enter, serás transportado a una realidad alternativa en la que todo tiene colores brillantes y no hay objetos definidos, sino formas sin sentido flotando por ahí, haciendo que seas incapaz de entender qué información te viene desde qué sentido. Acabarás volviendo a la realidad a finales de mes, momento tras el cual te pasarás horas vomitando arcoiris.
Recibirás por correo una invitación para ir a "la dimensión de tus sueños". En ese momento te podrá más la curiosidad que el recelo hacia un probable correo de spam, así que abrirás el enlace sin pensarlo mucho. No verás más que una luz cegadora durante unos segundos, pero poco a poco todo volverá a la normalidad. Salvo por el hecho de que ahora estás en lo que rápidamente reconocerás como una adaptación de uno de las localizaciones principales de tu serie de animación favorita. Sin darle demasiadas vueltas a cómo has llegado ahí o si lo que ves es realmente real, saldrás en la búsqueda de tu waifu/husbando. La/lo encontrarás rápidamente, pero descubrirás apesadumbrado una dolorosa realidad: en esta dimensión, tu waifu/husbando es de carne y hueso y está en 3D. No tienes nada en contra de la gente en 3D, pero es que no es lo mismo, no se puede esperar el mismo nivel de atractivo en una persona en 3D, es físicamente imposible. Explorarás el mágico mundo al que has sido transportado un poco alicaído, y cuando al final de mes vuelvas a tu dimensión original no te molestará demasiado.
Vuestro psicólogo de cabecera os recomendará que paséis una temporada en dimensiones alternativas donde no podáis tener la oportunidad de interaccionar entre vosotros. Después de un breve momento de incredulidad en el que pensaréis que cómo es posible que existan dimensiones alternativas y no os hubieseis dado cuenta, aceptaréis la propuesta sin pensarlo demasiado. Tras los obligatorios juegos de luces que tienen lugar cuando cambias de plano dimensional, os encontraréis en una versión de la realidad en la que sois hijos únicos. Sin embargo, acabaréis dándoos cuenta de que habéis creado una relación de codependencia, así que no podéis vivir uno sin el otro (si eres el gemelo malo, echarás de menos intentar matar a tu hermano; si eres el bueno, echarás de menos los abusos de tu hermano). Por suerte para vosotros, al acabar el mes todo volverá a la normalidad y podréis volver a vuestra relación increíblemente tóxica y disfuncional como si no hubiese pasado nada.
Pensarás en lo interesante que sería viajar a sitios lejanos... Pero nunca hay tiempo.
Tu manager de oportunidades para joder a la gente te informará de una convocatoria para mudarse de dimensión, y te recomendará que la uses para convertirte en su tirano absoluto. Aceptarás sin pensarlo dos veces, y serás transportado a esa dimensión donde el simple hecho de respirar el mismo aire que tú puede ser castigado con la pena de muerte. Inesperadamente, eso resultará ser un problema: todo el mundo hará exactamente lo que digas, así que joderle la vida a la gente no tendrá ninguna clase de mérito ni gracia. Te aburrirás como una ostra haciendo pelear a tus súbditos entre sí, y cuando al final del mes vuelvas a tu dimensión, lo agradecerás en buena medida. Aunque después aquí echarás de menos no poder hacer lo que te dé la gana cómo, cuándo y dónde te dé la gana. Es una vida difícil.
Este mes simplemente te apetecerá causar un poco el caos. Sin mayores pretensiones, solo fastidiar un poco a la gente. Inspirado por los sucesos del mes anterior, crearás una magia secreta para mandar a la gente a dimensiones en las que todos sus sueños se harán realidad, pero no del todo. Como esas manos de mono que salen en las historias. Llevarás bastante lejos este proyecto, y hasta te disfrazarás varias veces para convencer a la gente de que vaya a otras dimensiones por voluntad propia. Como es inevitable, a finales de mes te pillarán y se te acabará la diversión, pero un par de jugosos sobornos al tribunal interdimensional te asegurarán no tener que pasar una eternidad siendo torturado por tus crímenes en todos los planos de la realidad en los que existes. Es bueno eso de tener dinero.
Te llegará una carta en la que se te ofrecerá cordialmente pasar una temporada en una dimensión en la que todo sea como en tus mejores sueños. La tirarás a la basura sin acabar de leerla, y luego quemarás el cubo de basura. No hay vida mejor que la del campo. Sea como sea, estarás a punto de hacer arder tu casa por esa tontería. Tienes suerte de que tus vacas hayan podido aprender a apagar incendios por su cuenta.
Un día tendrás mucha fiebre, y a ningún médico le quedará claro por qué. Empezarás a tener delirios, y gritarás cosas incoherentes. Entre sueños, le pedirás a la hada azul de Pinocho que te libre de toda enfermedad. Despertarás confuso en lo que parecerá una habitación de un manicomio. Todo será blanco y pulcro, y todo tendrá olor a desinfectante. Además, no sentirás indicios de ninguna de tus dolencias crónicas, por lo que asumirás que has sido transportado a un mundo en el que los microbios no existen. Te alegrarás mucho ante el propósito de vivir una vida sin enfermedades, pero tu felicidad no durará mucho porque pronto te darás cuenta de que sin microorganismos no hay flora intestinal, y sin ella tu estómago apenas funcionará como se supone que tendría que funcionar. Te pasarás todo el mes con fuertes dolores de estómago hasta que al final serás transportado de vuelta a tu dimensión. Tardarás un par de meses en recuperar la completa funcionalidad de tu tracto digestivo.
Te pasarás todo el mes jugando contra ti mismo al ajedrez en 17 dimensiones que te has inventado. Uno se siente increíblemente solo cuando está en la cima.
Irás a un tenderete sombrío y sospechoso con el fin de tomar ideas para crear un posible negocio centrado en lecturas de manos, ocultismo y esas chorradas. Dejarás que la pitonisa haga su trabajo y ella adivinará a primera vista que eres un emprendedor por naturaleza y que siempre estás buscando formas de hacerte rico. Te ofrecerá cambiar tu suerte para que todo el mundo compre en tus negocios siempre. Lo dirá de una forma tan convincente que no te darás cuenta de que es muy evidentemente una trampa, y aceptarás su propuesta. Verás un fuerte flash de luz y aparecerás en tu tenderete, con una fila kilométrica haciendo cola para comprar tus productos. Durante unas horas, estarás en lo más cercano al Paraíso que un vivo pueda experimentar. Pero no durará mucho, la cola de clientes nunca acabará, y el hecho de que aparentemente todo el mundo te compre única y exclusivamente a ti hará que todo su dinero carezca completamente de valor, ya que no podrás gastarlo en ninguna otra tienda. Te pasarás el resto del mes atendiendo tristemente a tus clientes, sin el ansiado subidón de adrenalina que recibes cada vez que derrochas lo que has ganado en cosas apenas funcionales. Durante una temporada, atender tus negocios ya no será tan reconfortante, pero acabarás volviendo a la normalidad.
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