7 feb 2019

Fútbol egipcio

Se masca la tensión en la gran final
Hola de nuevo, queridos lectores. Hoy os hablaremos de un tema que seguro que ha pasado por vuestras cabezas más de una  vez: cómo se jugaba al fútbol en el Antiguo Egipto.

Y es una pregunta legítima, porque en el Antiguo Egipto había demasiada acción como para hacer las cosas como en tiempos modernos. Su versión del fútbol no se jugaba con deportistas humanos y pelotas de caucho, sino con escarabajos peloteros y bolas de caca.

Aunque el nombre del deporte era el mismo (pero en antiguo egipcio), las reglas eran completamente distintas. Se echaba una bola de boñiga a un recinto con no menos de una docena de escarabajos peloteros, que tenían que rodarla en línea recta hasta una meta situada a varios metros de distancia. El escarabajo que primero llegara a la meta con una bola de mierda sería considerado el ganador.

Para evitar que los escarabajos se perdieran en su camino hacia la meta, se dibujaba con estiércol una línea recta que deberían seguir. Por el camino, los escarabajos que no estuviesen en posesión de la bola podrían intentar sacársela al que la tuviera. En algunos partidos, en medio de la competición, podrían lanzarse al recinto más bolas de caca para aumentar el suspense de la competición.

Este deporte era considerado un pasatiempo de alta sociedad debido a su subyaciente temática religiosa. En efecto, según la tradición egipcia, el mundo se originó en un partido de fútbol egipcio en el cual los escarabajos competían por el Sol, al que consideran como la mayor bola de mierda de la historia.

Los espectadores a menudo apostaban por el escarabajo que creían que sería el ganador. Las apuestas se hacían exclusivamente en cocodrilos. Los cocodrilos eran considerados un artículo de lujo por los antiguos egipcios, pues era considerado sacrilegio adquirirlos de una forma que no fuese capturarlos con tus propias manos o ganarlos apostando a este deporte. Algunos registros sugieren que en algunas ocasiones se llegaron a apostar hipopótamos, pero es probable que esto se tratara de un suceso ficticio, pues es bien sabido que todos los hipopótamos del Antiguo Egipto estaban en llamas.

A veces el alto valor que podían alcanzar los cocodrilos hacía que hubiera mucho en juego en estos partidos. Algunos, trataban de ganar por las buenas empleando escarabajos bien entrenados por maestros escarabajeros que podían alcanzar precios de hasta cinco cobras de oro, por lo que se decía, valía la pena. De la misma forma, otros hacían trampas, por ejemplo, con escarabajos robot antiguos creados a base de almas modificadas y piedras filosofales, o mezclando en la caca componentes que afectasen a los escarabajos rivales. Al tratarse de un juego sagrado, creado por los dioses y jugado en loa a ellos, todas estas trampas estaban severamente perseguidas y castigadas.

Por lo cual también era sacrilegio cambiar las reglas, aunque hubiera circuitos ilegales heréticos en los que algunos trataban de subvertir las normas sagradas, por ejemplo, usando guano en lugar de estiércol, obligando a los escarabajos a rodar serpientes enroscadas.

Otras versiones alternativas recibieron mejor aceptación en distintos momentos de la historia de Egipto, como crear varias rutas de caca para que los escarabajos las siguieran en una suerte de carrera, si bien siempre fue considerada como menos prestigiosa y las apuestas eran menores. Otra variante famosa era el juego de mesa, que era lo mismo, pero invocando almas de monstruos poderosos. Actualmente se halla descatalogado.

Tras el colapso de la civilización egipcia, los griegos trataron de hacer su propia versión cuando se apoderaron de la cultura egipcia, pero se les fue de las manos y degeneró progresivamente en un juego de beber que no ha llegado a nuestros días, quedando solo como eco de él la costumbre de empalmar los domingos.

Esperamos que hayáis disfrutado de aprender de la historia antigua. Si queréis hablar más de por qué Egipto es donde está la acción no dejéis de enviarnos hatemail a los comentarios o nuestras cuentas de correo, Twitter o G+. . Hasta entonces, no olvidéis vigilar los celos.

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