Para promocionar las pilas recargables como fuente de energía eficiente y limpia, el gobierno prepara un paquete de medidas junto a una agresiva campaña publicitaria y de concienciación. Algunos alcaldes del partido de la Moncloa ya han dado un primer paso con declaraciones como que ellos en su casa llevan desde 1989 alimentándolo todo con pilas recargables.
Según anunciaban, la constitución de la empresa pública Recargablex es inminente y estará dedicada a la administración del suministro y distribución de las pilas a escala nacional, centralizada en Valdemorrones, donde tiene su residencia un amigo íntimo de un ministro.
El propio plan fue desarrollado y defendido a capa y espada por Jacinto Ulúlez, cargo directivo del ministerio de ciencia que está convencido de que las pilas funcionarán a la perfección. Don Ulúlez no ha querido hacer comentarios, pero sus abogados nos han asegurado que su máster de historia del arte lo capacits perfectamente y que es falso que haya usado un fondo offshore para ocultar su participación del 23 % en Indobater, una compañía que fabrica pilas.
Indobater es precisamente uno de los principales proveedores de la nueva empresa pública, pero un elevado volumen de las pilas recargables también se están importando de china y, aunque las primeras remesas no parecen poderse recargar en absoluto, los encargados aseguran que está todo bien y no pasa nada.
"Pero sí que va a pasar algo", aseguraba el portador, con un gesto dramático. "Este plan no solo nos pondrá a la altura de Europa en uso de pilas recargables, sino a la cabeza. A ver de quién se ríen ahora esos italianos. A ver...".
El plan inicial para el uso de las pilas, además de su comercialización, implicará donaciones subvencionadas a familias y personas en riesgo de exclusión social para que puedan autoabastecerse y disfrutar de esta energía infinita. Si bien, el gobierno no quiere quedarse ahí y se han propuesto extender el uso de las pilas renovables a toda la sociedad para que en 2040 cubran un 94 % de las necesidades energéticas de los españoles y nuestra dependencia de las no recargables sea 0.
A fin de sufragar este aumento del gasto público también se está tramitando la imposición de un canon y gravar a los hogares en función del número de pilas recargables que tengan. "Así se pagará solo y con todo saldrá rentable a las familias", prometía el portavoz. Este canon además estará sujeto a un IVA del 21 %, igual que las propias pilas. "Este desarrollo fiscal", continuaba el portavoz, "probablemente contribuirá a subir los precios, lo que dinamizará enormemente la economía".
Con estas previsiones, el gobierno espera que la demanda de pilas aumente en un 100.000 % en los próximos meses, por lo que ya ha empezado a desalojar cementerios nucleares para usarlos como cementerios nucleares. En pañabras del portavoz "es una opción eficaz y barata".
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