19 feb 2022

Todos los retretes del país conectan con la misma aldea de gnomos

Saludos monifalgos.

Situada a dos kilómetros bajo la superficie de la península se encuentra la aldea de una pequeña especie de homínidos conocidos en el imaginario popular como "gnomos". Antes la bóveda subterránea natural en la que habitaban era un paraíso de aguas cristalinas habitado por criaturas maravillosas. Por desgracia, con este lugar conectan numerosos túneles excavados por topos unicornio que llegan hasta la superficie. Y, en cuanto el gobierno se dio cuenta, pronto llegó a la conclusión de que podía usar esos conductos para drenar todas las aguas fecales de la nación.

Las heces, orines y todo tipo de productos arrojados a los retretes se amontonan ahora en ese otrora Shangri-la soterraño, causando terribles enfermedades entre los habitantes y la fauna local.

Al menos el agua continúa su rumbo hacia el manto terrestre, donde se evapora y se convierte en nubes que emergen de los volcanes y un enorme boquete en Rusia.

La razón de que poca gente haya oído hablar de esta enorme fosa séptica forzada es que el gobierno silencia las protestas de los gnomos, doloridos por que llenemos su ecosistema subterráneo de heces. Para esto emplea una organización secreta conocida como el Ministerio del Retrete, que emplea agentes pequeñitos (incluso gnomos renegados) y entrenados especialmente para mantener a los bocazas bajo tierra... con extrema violencia.

Internacionalmente, el estado lo justifica como una concesión aceptada mutuamente, ya que de vez en cuando tiran un millón de euros por un sumidero gigantesco situado en el Senado, en una solemne ceremonia de la que suelen participar altos cargos. El actual monarca ha tirado personalmente de la cadena al menos tres veces.

Dado el éxito hasta ahora de todas estas políticas, se plantean empezar a tirar también residuos nucleares por el retrete y librarse de todos los pasos previos.

Muchos científicos expertos en vida subterránea afines al gobierno afirman que de hecho a los gnomos les gusta la suciedad y que la reducción de su número se debe a las depredaciones de palomas y a ser esclavizados por serse más poderosos, como la Bruja del Polvo, que vive en el trastero de Joaquín Valle, en Osuna. Así que probablemente no hay nada de lo que preocuparse.

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