«Cuál no fue mi sorpresa», declaraba, «al descubrir que la sección de hemeroteca había sido completamente infectada por el liquidillo verde a lo largo del fin de semana, presumiblemente».
El bibliotecario no salía de su asombro puesto que la sección de prensa y revistas no contenía nada remotamente guay desde los ochenta, solo una enorme cantidad de periódicos locales.
Esto ha llevado a algunos expertos sa ponderar hipótesis como que se trata de una variedad mutante o que los ataques de liquidillo verde contra todo lo que mola se estén volviendo más indiscriminados.
La policía científica ha acordonado el lugar —al que nadie ha intentado acceder de todos modos— y ha comenzado a tomar muestras. Les mantendremos informados.
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