"¿Y dices que el liquidillo verde no puede entrar en este boquete?" |
Y, aunque la velocidad a la que se extiende sigue siendo terriblemente lenta, la sociedad ha comenzado a tomar nota de su progreso y a tratar de protegerse contra él. Futilmente, por supuesto.
Los gobiernos, por ejemplo, han empezado a tomar medidas para que dentro de unos años el liquidillo verde no destruya lo que es más valioso para ellos: ¿sus ciudadanos? No, sus arsenales nucleares. Por supuesto, una vez el liquidillo verde comience a coger velocidad (bueno, más lentitud), estos serán un objetivo prioritario dado lo latrónicomolonas que son las armas nucleares y para evitar un apocalipsis nuclear que acelerase innecesariamente el fin del mundo.
La idea del apocalipsis caprino, por otra parte, no está dando demasiados resultados. Algunas filtraciones indican a que se debe a que la investigación resultó molar tanto que empezó a generar liquidillo verde por sí misma, haciéndola imposible de controlar.
Del mismo modo, las empresas de internet y del entretenimiento, sabedoras de que están también en el punto de mira, han comenzado a protegerse. Las granjas de servidores están comenzando a instalar poco a poco sistemas de contención físicos para impedir que entre el liquidillo. Por otra parte, las industrias del entretenimiento están tratando de hacer su contenido incluso más mediocre de lo normal para asegurarse de que su modelo de negocio dure lo máximo posible incluso cuando el resto de la sociedad comience a decaer.
Los grupos ecologistas se hayan divididos ante la expansión del liquidillo verde. La naturaleza mola y se vería afectada, especialmente en el caso de muchas especies de animales chulos que están amenazados, pero también podría favorecer a otras especies menos molonas y también afectadas, como el ginseng. Sí, el ginseng.
Por otra parte, han comenzado a formarse grupos de gente que exigen asilo en el Infierno. La razón es que, dada la gran matronidad del lugar, probablemente será el último sitio en verse afectado por el liquidillo verde. Dicen que la tortura eterna vale la pena.
Del mismo modo, una asociación de abogados de múltiples cleros ha denunciado al liquidillo verde por atentar contra sus sentimientos religiosos. Después de todo, Dios (o los dioses) es el ente más latrónico del universo, por lo que el liquidillo verde podría terminar afectándolo a él mismo.
Y eso es lo más importante de este año. Les mantendremos informados de futuros desarrollos durante las próximas décadas probablemente hasta que internet desaparezca. Hasta entonces, gracias por leernos y no olviden que pueden dejarnos su hatemail en los comentarios o nuestras cuentas de correo y Twitter. ¡Feliz 2020!
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