1. La pìedra
Muy dura, ligeramente salada y nada nutritiva, lo cual la coloca en un escalafón muy superior al del turrón duro guardado desde hace tres años. Recomendamos especialmente los silicatos.
2. El garrote
Hay a quien le gusta hacerlo de caramelo, pero eso a los dos golpes se rompe enseguida. Nada supera un buen garrote de avellano directo a la zona lumbar por navidad. Uno de los mejores dulces sin duda.
3. El fantasma de jengibre
Un delicioso ejemplo de cómo dadiván y jalogüín empiezan a colisionar y entremezclarse. Te recomendamos que te adelantes y empieces a celebrar este aterrador y feliz tiempo del año (¿dadigüin? ¿jalován?) con estos dulces.
4. El roscón de drogaína
Creado en tiempos remotos como parte de las celebraciones relacionadas con los Reyes Vagos, a día de hoy este dulce no lleva drogaína de verdad, solo cantidades ingentes de azúcar glas.
5. El dónut
Una rosquilla apetece en cualquier época del año, dadiván o no, y estoy dispuesto a pelearme en la cúpula del trueno con cualquiera que diga lo contrario.
Y esto es todo por hoy. Esperamos que con estas delicias consigáis expandir vuestro volumen abdominal. Si os gustan los dulces, no dejéis de mandarnos hatemail al respecto a los comentarios de esta entrada o nuestras cuentas de Twitter y correo. ¡Feliz dadiván o algo así!
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