Aprovechando que hoy es el aniversario de la fábrica nacional de moneda y timbre, os voy a hablar un poco de nuestra propia moneda, la moneda de curso legal en todas las obras monifáticas: el chen.
Un chen es una moneda que equivale a un céntimo de euro y que tiene varias peculiaridades. Una de ellas es que es una moneda de chocolate, y como tal, su valor no depende de la abundancia de oro en las arcas del estado, sino de cacao. De hecho, hace tiempo se vendía como una golosina, pero como cada moneda tiene una imagen diferente (todas las monedas tienen una imagen de Chen diferente impresa) los coleccionistas las compraron en masa, sobresaturaron la demanda, y pasaron a ser tan caras que se utilizaron como moneda de cambio. Y acabaron por hacerse oficiales.
Otra peculiaridad de esta moneda es que sólo se puede usar en múltiplos y divisores de 12. Así, no puedes contar con una cantidad de chens que no sea múltiplo ni divisor de 12, ni nada puede tener un precio que se ajuste a esas características. A mí no me miréis, los del fondo monetario internacional decían que era una buena idea.
Por último, hablemos del orín. No, no es un meo (que también), sino el nombre que recibe el billete (y la serie de billetes) de valor de 372 chens. También se aplica la regla del 12 y también es una gominola (un sobre de pica pica). En fin, para terminar, aquí tenéis unas monedas de 2 y 6 chens.
Oríns no teníamos, nos los comimos justo en el momento de hacer la entrada, pero imagino que no importará mucho.
Oh, sí, se me olvidaba… Este es el aniversario de la fábrica de la moneda y el timbre ¿no? Pues aquí está el timbre:
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