17 may 2015

Año nuevo

¡Hola a todos! Hoy es un día de júbilo. Muchos os preguntaréis por qué, y los que lo hacéis, deberíais quedaros un rato en el rincón de pensar para meditar sobre los errores que habéis cometido hasta ahora. Pero imaginamos que buena parte de vosotros sabréis que hoy es el día de año nuevo según el calendario monifático. Lo que sí que no tenéis que saber es cómo empezar adecuadamente el nuevo año. Aseguraos de apuntar estos consejos para no pifiarla el año que viene.

Para empezar, no hay nada de comer uvas al son de las campanadas, esa tradición está desfasada y es muy incómoda. En su lugar, lo típico en esta fecha es comer 12 sandías, una con cada campanada. Muchos murieron en el pasado tratando de tragar las 12 enteras, pero es un sacrificio lógico y necesario, pues está empíricamente demostrado que la sandía es objetivamente mejor que la uva. No nos vamos a poner a hablar del estudio, pero para que os hagáis una idea, el experimento consistía en lanzar mucha fruta desde la cima de Mount Metal y esperar abajo a ver cuales llegaban.

Pero si estás a dieta o por algún motivo eres lo suficientemente cerrado de mente como para no reconocer la superioridad de la sandía, hay otra opción para ti. Puedes poner ladrillos en la cabeza, uno con cada campanada, y aguantarlos así hasta el amanecer. Dice la tradición que del número de ladrillos que puedes aguantar en la cabeza depende la suerte que vas a tener ese año, la cantidad de dinero que vas a ganar (aproximadamente 5000€ por ladrillo) y las posibilidades de sufrir una contractura de cuello.

Y estas dos no son las únicas opciones que tienes para invertir tu tiempo mientras suenan las campanadas. Otras muchas personas prefieren usarlas como señal de salida para una supermaratón en la cual los corredores recorren la circunferencia entera de la tierra a pie. Este proceso suele durar alrededor de un año, así que más de un corredor está atrapado en un ciclo infinito. Pero la tradición es la tradición.

O por ejemplo también puedes decir “bloody mary” tres veces mientras suenan las campanadas de medianoche y sostienes en tu mano un vaso de bloody mary. No te aseguramos que si aparece un fantasma te saque los ojos, pero seguro que se une a la fiesta.

Por otro lado, también es costumbre entre los BUDISTAS EXTREMOS tocar una campaña 108 veces con los puños para alejar los 108 pecados que afectan al hombre y de paso entrenar un poco más. En algunos casos también hacen 108 flexiones o abdominales, tocando la campana con la espalda al levantarse. Nos consta que el Dalai Lama, dado su gusto por el boxeo, aprueba totalmente estas prácticas.

Hablando de religiones orientales, si tienes un santuario shinto cerca, a lo mejor te interesa saber que es costumbre pasarse por él para dejar serpientes en la caja de donaciones. En serio, tú simplemente prueba.

Y hablando de serpientes, es también costumbre abrazar a una cobra a medianoche, y, en algunos sitios, besarla. Esta tradición tiene como objetivo probar que eres lo suficientemente valiente y estúpido como para pasar con vida al siguiente año. Además, si la cobra te mata, le da una lección a tus familiares, que probablemente no lo volverán a hacer. O quizás sí. Si es que no se le puede decir que no a un bicho tan mono.

Pero si no eres fan de las serpientes, siempre puedes mantener contacto íntimo con otros animales, porque es costumbre llevar ropa interior hecha de abejas para pasar al próximo año con suerte y energía. Lo importante es no moverse mucho para no poner nerviosas a las abejas y arriesgarse a ser picado, y en cualquier caso, nunca sentarse.

Y si no eres en absoluto fan de los animales venenosos, siempre puedes unirte a una práctica cada vez más popular: el intercambio de perro. ¿No estás aburrido de tu san bernardo de siempre? Puedes cambiarlo por un poderoso gran danés o un lustroso chihuahua (siempre teniendo cuidado de que no te den una rata por accidente).

Por último, siempre puedes poner en práctica algunas de las tradiciones más violentas de estas fiestas, como ir a la casa de gente que te debe dinero y darles una horrible paliza para luego hacer fotos conmemorativas o romper una silla en la espalda de alguien que te caiga mal. Si te ves con ganas de hacerlo realmente espectacular, la mejor forma de hacer esto último es subirte a la silla y lanzarte sobre la espalda de la persona que no te gusta con un diving elbow drop. ¡Bang! ¡Codo a las vértebras!

Pero claro, lo más extremo de todo es unirte a la Purga de fin de año y cometer todos los crímenes que se te antojen. Porque, recuerda: la Purga simplemente funciona.

Pero en cualquier caso, lo celebréis como lo celebréis, os deseamos un feliz fin de año a todos y próspero año nuevo. ¡Atentos mañana!

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