25. Consigue combustible
Ahora que has conseguido juntar a tu banda de desgraciados para sobrevivir al apocalipsis más aburrido de la historia, es hora de que llegues a alguna parte, probablemente en algún vehículo especialmente apto para las circunstancias. Ten en cuenta que, aun así, no hay escapatoria del apocalipsis, pero si quieres intentarlo de todas formas, necesitarás combustible.El liquidillo verde, que destruye todo aquello que mola, probablemente afecte a cualquier tipo de combustible que permita que los motores de combustión interna funcionen porque, seamos sinceros, molan mucho, de forma que tendrás que buscar alternativas que no sean una maldita bicicleta. Porque las bicicletas también desaparecerán de todas formas y no podremos atacar a nuestros enemigos gritando "ring, ring, hijo de puta".
¿Qué opciones nos quedan entonces? Habrá que ponerse creativos y recurrir a aquello que tenemos más a mano: el propio liquidillo verde.
Este puede convertirse en una irrisoria fuente de combustible si lo tratamos de forma adecuada, destilándolo lentamente durante días con un alambique casero. Una vez lo consigamos, cualquier vehículo que lo utilice se moverá increíblemente lento y hará ruidos muy raros y molestos, pero, eh, durante una par de días podrá moverse. La cantidad de tiempo que el vehículo funcione o su velocidad no se verá en absoluto afectada por la cantidad de liquidillo verde que uses. Algunas personas reportan incluso que usar más solo empeora las cosas.
Para conseguir y manejar el liquidillo verde no debes olvidar las medidas de seguridad básicas: no toques el liquidillo verde, emplea siempre una espátula especialmente fea para manejarlo; no acerques tiburones al liquidillo verde; no plantes patatas en el liquidillo verde, y, por supuesto, no trates de comerte el liquidillo verde por mucho que parezca gelatina. La gelatina mola demasiado para ser liquidillo verde.
Del mismo modo, aunque el proceso de destilación inhibirá temporalmente las propiedades del liquidillo verde, no tardará en recobrarlas e infectar el motor del vehículo en cosa de una semana, y el que se libere a la atmósfera en forma de humo regresará a la tierra con la lluvia o seguirá subiendo hacia el espacio, por lo que esta medida de emergencia probablemente solo contribuya a acelerar la inevitable expansión del liquidillo verde, ups.
De todas formas, ¿qué más da? A esas alturas probablemente ya no habrá wi-fi y nada valdrá la pena.
Pronto, más consejos igual de valiosos. Manténgase entretenidos y mándennos hatemail a nuestras cuentas de correo, twitter o G+. ¡Mucha suerte ahí fuera!
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