Después de que varias personas feas fueran rechazadas durante un casting para una agencia de modelos sin que mediase una causa razonable, el Sindicato de Trabajadores Feos y Antiestéticos (STaFA) organizó una serie de huelgas y protestas para mejorar sus condiciones y hacer valer sus derechos laborales frente a lo que perciben como abusos continuos contra su colectivo.
Aseguran que una de sus principales reivindicaciones es que se prohíba que tengan que trabajar escondidos o portando medios de ocultación facial. «Debemos tener derecho a ejercer nuestro oficio en igualdad de oportunidades, al que le moleste, que no mire», sancionaba el presidente del sindicato.
En respuesta a a esto, el sindicato mayoritario Congregación Obrera Nacional Articulada (CONA) se opuso desde un principio a esta huelga, considerándola antilaboral y contraria a los intereses obreros. En sus propias palabras, «una protesta que no se organiza por los cauces adecuados de los sindicatos federados solo puede llevar a una mayor desunión frente al sistema capitalista y sus clientelas gubernamentales».
Como respuesta a esto, el sindicato STaFA ha hecho público un comunicado en el que asegura que CONA se opone a las manifestaciones debido a que, como les han asegurado en el pasado, la fealdad de los miembros de la unión de personas antiestéticas a menudo asusta a la clientela de los numerosos negocios del sindicato mayoritario que constituyen su principal fuente de ingresos.
Tras una serie de choques verbales entre ambas organizaciones sin que fuera posible llegar a un acuerdo, el sindicato CONA solicitó a las autoridades que se procediera a la inmediata disolución de la manifestación pacífica que se llevaba a cabo cerca de su sede; disolución que tuvo lugar a los pocos minutos.
Inmediatamente se hizo público un decreto de emergencia por el que las personas consideradas feas o antiestéticas deberán permanecer en sus puestos de trabajo en horario laboral y evitar salir a la calle, imponiendo diversos y confusos toques de queda y cuarentenas a tal efecto.
CONA aplaude la labor del gobierno, aunque ha declarado que no cancelará ni retrasará su manifestación de este martes contra la nueva ley que, en sus palabras, «da al gobierno un poder indiscriminado para decidir sobre qué manifestaciones son legales o no y, por tanto, impedir su celebración». El partido del gobierno, por su parte, ha criticado fuertemente la gestión de la crisis a la vez que la alababa.
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