Su excelencia, disfrutando con su tarta y un gorro que le robamos a un niño.
... Un momento... aquí hay algo aquí que no cuadra.
¿¿??
¿?... no será ???, verdad?
¿Será Silver?
No, Silver, esta vez tampoco has sido invitado. Este día es el cumpleaños de otro ser. Un ente extremadamente poderoso e influyente. Alguien con un poder equiparable al mismo Filippo. Alguien conocido como... El Padrino.
El Padrino en toda su crapulencia.
El Padrino es un cánido con obesidad mórbida que tiene una amplia banda de matones que en su momento rajaron la cola de Filippo porque este no les había hecho una reverencia cuando pasaban, lo que le causó a nuestro amado pez unos enormes deseos de venganza que derivaron en poderes sobrenaturales. Suele pasar. Ah, por cierto, el Padrino tiene también un equipo de bobsleigh. Qué cabronazo.
Los alegres secuaces del Padrino jugando con un ñu.
En cualquier caso, aunque el padrino es ruin, mezquino, pretencioso, cruel, ruin (otra vez), malnacido, desvergonzado, pinchauvas, limpiaparabrisas, ruin (otra vez más); tanto Filippo como nosotros mismos, miembros de Monifate, lo somos, así que consideramos políticamente correcto adorar al Padrino como a Filippo. El efecto viene a ser el mismo.
Por cierto, por si alguien lo pregunta, El Padrino no tiene tarta. Es demasiado perro como para tener una. Sin embargo, se va a pasar toda la tarde jugando en un castillo hinchable. Es lo que suelen hacer los mafiosos.
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