1. No pidas sushi. En restaurantes de baja categoría es aceptable pedir el sushi directamente, pero en lugares más refinados, sus chefs están los bastante entrenados como para determinar lo que quieres con un sencillo pero severo intercambio de miradas. Es de mala educación pedirlo de viva voz, pero tienen demasiados modales como para quejarse.
2. No permitas que tus palillos entren en contacto el uno con el otro una vez los has separado. Esto recuerda a sus respectivos kami el pesar de su pérdida y es bastante doloroso para ellos. Ni siquiera las puntas deberían tocarse.
3. No comas nigiri con palillos. Ni con las manos. Esta es la razón secreta por la que los japoneses no llevan zapatos en el interior. No obstante, a modo de inciso, sí recomendamos comer pizza con palillos.
4. No arrojes tu sushi a otros comensales, especialmente sin provocación previa, especialmente si está mezclado con tus heces. No queremos que nadie más pierda un ojo.
5. No evites tomar el sushi especial para pacientes de pica. Esas chinchetas pueden ser más sabrosas de lo que piensas.
6. No pongas demasiada poca salsa de soja. Aunque usar un poco de salsa de soja en el sushi está mal visto pues enmascara el sabor del pescado, hay un punto en el que lleva tanta que sales por el otro lado y es aceptable. Reconocer este punto depende del tipo de sushi y su preparación y requiere práctica. Por supuesto no sabrás si es educado comértelo hasta que lo pruebes así que no te quedes corto, es una apuesta en la que tienes que darlo todo.
7. No mastiques tu sushi. Aunque a menudo se oye que es necesario comérselo de un bocado, los más puristas además añaden que hay que engullirlo en lo que llaman "la garza degusta su pesca". Allá donde fueres...
8. No mezcles wasabi con la salsa de soja. Pocos saben que la reacción química que produce libera gases que, en locales mal ventilados, pueden ser la perdición de los comensales. No obstante, si se mezclan con una bebida gaseosa, sirven como un pontente explosivo; saberlo puede salvarte la vida si unos ninjas atacan el restaurante.
9. No uses los palillos para fingir que eres una foca leopardo con colmillos, especialmente si piensas decir que otros comensales son pingüinos y procedes a comértelos. Dos veces ya nos parecen demasiadas.
10. No mojes el sushi en leche. En serio. Aunque técnicamente es kosher no quieres arriesgarte a sufrir la ira de Yahveh.
Y eso es todo, si sigues estas indicaciones, deberías evitar los ataques fortuitos de japoneses iracundos que parecen tan frecuentes hoy en día, además de tener buen tema de conversación, porque a todo el mundo le encanta que les cuenten lo que están haciendo mal. Si creéis que este artículo contiene alguna incorrección no dudéis en mandarnos hatemail a los comentarios de la entrada o a nuestro correo, G+ o Twitter. ¡Hasta la próxima!
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