6 nov 2012

Un paseo turístico por el Hades

Buenos días o buenas noches o lo que sea, allá a donde vamos nos da un poco igual. Mi nombre es Hermes y, si alguien se lo pregunta, nos dirigimos a las profundidades del Inframundo, el Hades. Si a pesar de haber muerto hace nada no lo han deducido, permítanme decirles que no son demasiado agudos.

No tardaremos mucho en llegar. Hesíodo decía que si alguien tirase un yunque desde la superficie tardaría nueve días en caer hasta el Hades. No sé cómo diantes llegó a esa conclusión, pero pronto (como cualquier mortal) fue consciente de su error. Comprobó que no se tardan más de veinte minutos en llegar. Ahora bajen del autobús en orden, si son tan amables.

Siendo así no es de extrañar que tantos héroes bajasen aquí como Pedro por su casa: Hércules, Orfeo, Odiseo, Percy Jackson, Eneas... Y eso que esto está bien, ¡wow! No se asusten, es solo Cerbero, el perro de entre tres y cincuenta cabezas que vigila el mundo subterráneo. No muerde a los muertos ni a los dioses, por fortuna. ¿Quién es un perrito bueno? ¿Eh, quién? Ten, ternera blandita robada de los rebaños de Apolo. Buen chico. Venga, sigamos.

Hermes en toda su molonidad.

Y, bueno, aquí estamos, las orillas del río Estigio o Estigia, o de la laguna Estigia. La verdad es que va siendo hora de que alguien me aclare esto, porque a veces es incluso una diosa, para más inri. De cualquier forma esperaremos aquí a que llegue ese avaro del barquero. Los que hayan traído merienda pueden ir dando cuenta de ella y disfrutarla, pues pronto solo podrán alimentarse de las libaciones de sangre que reciban de sus familiares. Sí, sé que ahora no les parece lo más apetecible del mundo, pero ya verán cuando lleven unos meses en el Tártaro. Ah, no, espera, que el Tártaro es solo parte del Hades. Ya les digo que todo esto a veces confunde.

Oh, ahí viene Caronte, cantando cierta cancioncilla infantil. Preparen sus monedas, pedirá una por persona para pasar el río. Los que no tengan ninguna que pidan a los que tienen dos, pues hay un poco de confusión con respecto a eso ahí arriba. Los que la traigan en la boca que le limpien las babas antes. Y ahora fórmenme una cola, así, en fila india. Todos tendrán su juicio, no es necesario empujar. Y si alguien no quiere pagar peaje que ni se le ocurra intentar colarse por la puerta trasera, que esos trucos me los sé todos.

Y ya hemos llegado al otro lado, el Hades propiamente dicho. Oh, hola de nuevo, Cerbero, es admirable que seas capaz de vigilar dos lugares al mismo tiempo. Si dejan de mirar al cachorrito un momento verán la corte de justicia de Minos y sus dos sidekicks, que sabrán los dioses cómo se llaman. O no, porque yo soy un dios y no lo sé, ja, ja. Si sé que al parecer uno es un vaquero y otro un samurái o algo. Eviten los chistes de adulterios mientras andemos por aquí, a Minos se los pusieron más grandes que los del toro con el que se acostó su mujer. En fin, como parece que esta noche la justicia va lenta, para variar, ¿qué les parece si les muestro el que será su nuevo hogar para que vayan haciéndose a él?

ChanServero es el hermano maligno de ChanServ.

El más allá viene básicamente en tres sabores: chocolate, fresa y vainilla. Empecemos por el último, que es el que tenemos más cerca: las Praderas de Asfódelos. Aquí es donde viene casi todo el mundo y no porque la fiesta mole sino porque es el lugar destinado a los que no han sido especialmente viles ni virtuosos. Vainilla, como les digo.

Las praderas y prácticamente todo el Hades está circundado por cinco ríos: el Aqueronte, el Flegetonte, el Cocito (sí, con ce), el Aornis y el Lete (y por favor, nada de chistes de catetos con este último). Se dice que, aunque rodean el Hades, todos desembocan en el Estigio o la Estigia. Y digo yo que si consideramos al Estigio un río, deberían ser seis y no cinco. En fin, supongo que será cosa de la burocracia. El Lete es especialmente jodí'o por culo, pues las almas que beben de él van olvidando poco a poco cómo era estar vivo y se convierten en despojos ectoplásmico como esos tipos de ahí. Hay quien dice que se debe a que el agua tiene gran concentración de sustancias estupefacientes, vamos, como en cualquier gran ciudad. Por otro lado existe el estanque del Recuerdo, del que beben las almas más avispadas, pero ahora no logro recordar dónde estaba...

Puede que a alguno las llanuras les recuerden al Purgatorio cristiano. ¿Hay algún cristiano entre nosotros? ¿Usted, el señor con bigote? Le compadezco, seguro que le está sentando mal descubrir que todo en lo que creía era mentira.

Eh, fíjense, mientras hablábamos hemos llegado a la fresa: los Campos Elíseos; algo muy conveniente teniendo en cuenta que realmente cuesta decir dónde están. Algunos dicen que se hallan cerca del Erebo, los dominios de Hades, pero otros dicen que se trata de islas. A veces dicen que son las dos cosas y las islas son para los que han renacido tres veces y logrado ir a los Elíseos siempre. ¡Pff!

En fin, no hay mucho que decir, es un lugar aburrido como ven, siempre de día, con su música y sus festines. Aquí vienen los héroes, claro, es la zona más exclusiva del Inframundo. Oh, sí, también están esos tipos de las túnicas. No les hagan mucho caso, son miembros de cultos mistéricos y podrían intentar sacarles todo el dinero que no le han dado al barquero. Este sitio está gobernado por mi abuelo Cronos, por alguna razón. Quiero decir, eso sí que es un enchufe, todos los demás titanes en el Tártaro sufriendo como malditos y él aquí dándose la gran vida en el Elíseo.

Bueno, ahora si me siguen, iremos a las profundidades del Hades, allí donde van los más atroces criminales, el inframundo sabor chocolate: el Tártaro. El Hades está a tanta altura por encima de él como el cielo lo está sobre la tierra, así que la forma más divertida de llegar será usando estos paracaídas.

¡Mientras caemos déjenme hablarles un poco de mis bisabuelos, que la cosa viene a cuento! ¡Por lo visto al principio, como si nada, surgieron dioses primordiales! ¡El primero fue Caos y dicen que por Azar o Necesidad (que también eran dioses, pero no sé qué hacían ahí) se dividió en Gea, la tierra, y Urano, el cielo! ¡Pero otros dicen que Caos solo engendró a Éter, la luz; Hemera, el día; Erebo, la oscuridad, y Nix, la noche, y que mientras estos se iban cada uno con su pareja apareció Gea! ¡Ella también salió de la nada! ¡Hizo "pf" y ahí estaba! !Entonces concibió por arte de magia a Urano y Ponto, el mar! ¡Luego se los tiró a ambos y con Urano concibió a los titanes y con Ponto tuvieron una mujer para él —Talasa, la mar— con la que luego concibió toda la vida en los océanos! ¡Eso último sí que es tener una madre sobreprotectora, ¿no?! ¡Pero de la nada también salió Tártaro, que por lo visto antes era el dueño de todo esto, es más, era esto! ¡Él también se lio con Gea, que será mi bisabuela, pero era una zorra de cuidado, y tuvieron a Equidna y Tifón, que luego tuvieron a toda clase de monstruos! ¡Aunque hay quien dice que Equidna era la hija de una princesa vampiresa llamada Lamia! ¡A saber! ¡Además de eso, Tártaro es reconocido por ser el inventor de la salsa tártara! ¡Mas lo que hizo que todos estos procrearan como conejos fue Eros, la atracción; pero Eros es hijo de Afrodita, bisnieto de Gea por tanto, aunque nadie tiene ni idea de dónde lo sacó su madre! ¡Me extraña que justo ella se avergüence de decir a quién se folló para concebirlo! ¡Pff, madres solteras!

Salsa tártara.

¡Por vuestras caras deduzco que vosotros también pensáis que esto de los dioses primordiales es más raro que el diario de un loco! ¡Razón no os falta! ¡Oh, pero ya estamos llegando! ¡No ha sido tan largo como el viaje del yunque de Hesíodo! ¡Pero casi!

Bueno, ya estamos aquí. Esta es una zona de máxima seguridad, así que, por favor, permitan que los cacheen los hecatonquiros. Estos amables señores son los gigantes de cien manos que vigilan el lugar, y les encanta su trabajo. Bien, ¿todo el mundo limpio? Pues adelante.

Aquí mayormente están encerrados los titanes y los gigantes por volverse contra los dioses olímpicos. Aunque no todos los titanes cumplen su castigo a cubierto; Prometeo está encadenado en el Caucaso, condenado a que un águila se coma sus entrañas. Pero como Zeus hace que le vuelvan a crecer cada día y siempre tengan el valor nutritivo de una hamburguesa del McDonald's, el águila siempre vuelve a por más, muerta de hambre la pobre. Por otro lado está Atlas, condenado a llevar el mundo sobre sus hombros, o el cielo, depende de a quién le preguntes... Aunque, claro, si llevase el mundo, ¿cómo iba a ir Hércules a verlo?

También hay aquí un puñado de mortales condenados a sufrir castigos irónicos por toda la eternidad. Ahí tenemos a Tántalo, con el agua al cuello y rodeado de fruta, y sin embargo muriéndose de hambre y sed porque Zeus lo volvió anoréxico. Y ahí está Sísifo, el listillo que consiguió salir y al que tuve que volver a traer a rastras, ¿no quería sentirse vivo? Pues la vida es esfuerzo y vaya si se está esforzando en estudiar y memorizar todos los pormenores de las diez mil páginas de un manual para transportar cargas pesadas.

Bueno, ahora vengan por aquí, pronto será su turno en los juzgados de Minos. ¿Qué número tenían? ¿El 598763987? Excelente. Suban en fila por estas escaleras mecánicas. Desde ellas se ve el Erebo, las tierras personales de Hades, y su imponente palacio. Eh, un momento, ¿Erebo no era también el dios de la oscuridad o más bien la oscuridad? ¿Cómo es que ahora es un sitio? Ahora todo va a ser un dios. Incluso yo, ¡ja!

De todas formas, como el trayecto hasta la cima puede que nos lleve un poco, quizá quieran que les hable de él. No les llevaré al interior del palacio del rey de los muertos, pues el tipo es irascible por tener que vivir todo el santo día en este lugar deprimente y cuando puede la paga con los muertos o los héroes que van a verlo. En el fondo hay que comprenderlo; se siente solo.

Quizá esta fuese la principal razón de que intentase raptar a las ninfas Mente o Leuce con su carro de oro con caballos negros (un poco cani ahora que lo pienso). No obstante Deméter se puso en medio en el último momento y las transformó en plantas, que parece ser la versión mítica de una orden de alejamiento. En cualquier caso Deméter no estuvo tan rápida cuando Hades secuestró a su propia hija, que ya es decir. Dicen las malas lenguas que Perséfone se dejó secuestrar e incluso que su hijo, Zagreo, no era suyo sino de Zeus y que por eso hizo ese chanchullo con Hades. Aunque normalmente el padre de los dioses no tiene problema con que sus amoríos trasciendan, incluso con sus propias hijas. Cabrón con suerte, recuerdo una vez que me dijo "oye, Hermes, que me quiero tirar a una tal Ío, ¿por qué no distraes al gigante de cien ojos que la vigila mientras estamos a lo nuestro?" y yo "... Lo que tú digas, papá". Ja, buenos tiempos.

Hermes haciéndole el trabajo sucio a Zeus.
Bien mirada, la moza estaba un poco fofa.

Dicen que Perséfone no es especialmente feliz aquí, sobre todo sin su hijo, que acabó convertido en Dioniso de una forma bastante extraña que tenía que ver con corazones arrancados e implantes en piernas, ¿Un doble bypass? Ni idea. El caso es que Perséfone, aunque es fiel a su marido, prefiere pasar tiempo con Hécate, la diosa de las brujas. La señora es un poco peculiar con eso de tener tres cabezas de serpiente, yegua y perra; y eso de que hasta Zeus le tenga respeto. Hay quien dice que es ella la que manda aquí abajo en realidad. De cualquier forma, es mejor no hablar mucho de ella. No solo porque pueda oírnos con sus poderes, sino porque más nos vale respetar a nuestros mayores cerca del Erebo, donde habitan las Erinias.

También las llaman Furias los latinos y son tres damas con pelo de serpiente, cabeza de perro y alas de murciélago. ¿Alguien de entre nosotros es un parricida, ha faltado a los ancianos o ha sido inhospitalario? Vamos, no sean tímidos, levanten la mano, que al final todo se sabrá. Oh, ¿tantos? Pues vayan familiarizándose con las Bondadosas, porque van a pasar bastante tiempo "intimando" con ellas.

En fin, aquí podemos dar por terminada la visita, gracias por acompañarme, pero tengo que traer más almas. Hasta nunca.

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