El pescado invisible es una tradición filippista similar al “amigo invisible” (dar regalos a tus amigos sin decir que has sido tú); pero como mínimo, unas 63 veces mejor. Cuando le regalas a alguien un “pescado invisible”, estás haciéndole un regalo que se corresponde con los intereses del imperio subacuático de Filippo, con todo lo que ello conlleva. Si aún no estáis muy seguros, aquí os van unas pautas sobre qué clase de cosas constituyen un buen “pescado invisible”:
- Vender a tus amigos como esclavos para el Imperio Filippista: puede ser que os cause un poco de disonancia al principio, todo el asunto de coartar las libertades de vuestros seres queridos y dárselas a un tirano submarino cuyas intenciones y propósitos son desconocidos e ignotos para vosotros, pero podemos aseguraros que, a la larga, será mejor para todos. No necesariamente para vuestros amigos, claro; pero mejor en general.
- Castración: hay demasiados humanos en el planeta, y eso a Filippo como que le da un poco de cosa. Así que, ¿por qué no consideras eliminar la capacidad de reproducirse de tus amigos y seres queridos? No tiene ni siquiera por qué ser doloroso o ritualizado, puede ser tan fácil como apuntarlos para que les hagan la castración química o sedarlos y cortar lo que haya que cortar.
- Horrible tortura: Filippo considera que simplemente ser humano es el límite superior del posible sufrimiento, de modo que torturar a personas realmente no incrementa su sufrimiento, solo su docilidad. Es por eso que si le traes esto a tu pescado invisible estarás contribuyendo a hacerlo mucho más útil una vez llegue el inevitable alzamiento de los océanos.
- Convertir forzosamente a tus familiares al filippismo: sabes que quieres a tu familia y también sabes que la única opción de supervivencia cuando llegue el Imperio de su Magnanimidad es haberle ofrecido adoración plena y completa, incluso si no es voluntaria, de modo que si tus parientes aún se resisten a elevar loas al Soberano Subacuático, no te queda más opción que obligarlos.
- Cambiarle legalmente el nombre a Filippián: el papeleo puede llevar algo de tiempo, pero darle la noticia poniéndole su nuevo DNI en las manos es una de las experiencias más maravillosas que podréis experimentar juntos. Aparte, por supuesto, del completo sometimiento a la voluntad de Filippo, Regidor de Todo Cuanto Existe Bajo el Mar.
- Un guiso de perro: Delicioso.
Por otra parte, como también es el cumpleaños de El Padrino, puede ser que os decantéis por darle a alguien un “padrino secreto”. Esto no tiene mucha ciencia, es ir a la casa de alguien, timbrar, y cuando abren la puerta les vacías el cargador de una tommy gun a mala leche. O eso o mandarles a alguien conservas de pescado, depende de cómo te pille de ánimos.
Esperamos que estos consejos os sean de utilidad. Si no es así, recordad que podéis mandarnos hatemail a nuestro correo, Twitter o los comentarios. ¡Vuestro odio nos hace más fuertes!
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