... ¿Qué? ¿Que ya hemos posteado una entrada hoy? Hmmm... no, no sabemos nada de eso. ¿No os habréis confundido? Porque está claro que las entradas fantasmas no existen...... ¿verdad?
La Noche de los Ministros Vivientes una historia de terror por Foleranser
Plaza Neptuno, Madrid, 31 de Octubre de 2012. Medianoche.
Algo extraño había en el ambiente, farolas apagadas, poco ruido para una capital, y la luz de la luna hacia que la leve neblina tuviera un inquietante color verde. Era una víspera de festivo, y además Halloween, festividad que los niños y jóvenes locales ya habían tomado como tradición, algo debía ir mal, ya que por la calle no se veían niños pidiendo caramelos con sus disfraces, ni adolescentes alcoholizados. Definitivamente aquella noche no era normal.
Era tarde, y Clodovildo Zengotitabengoa (Clodo para sus amigos) volvía a casa. Se podría decir que Clodo es una persona relativamente afortunada, tiene un trabajo precario como becario para un periódico, una casa por la cual paga dos terceras partes de su sueldo de mierda, una mujer en paro, pero que todavía recibe prestación por desempleo, y dos bocas que alimentar y llevar al colegio. No todo el mundo puede presumir de tener lo que tiene, y además trabajar.
Clodo pasaba todos los días por delante del Congreso, día tras día sentía ganas de gritar "¡HIJOS DE PUTA!", pero por miedo a encontrarse por sorpresa con algún policía se limitaba a pensarlo. La situación actual le resultaba indignante, por desgracia para él, no podía permitirse salir a la calle a protestar, dado el peligro que corría de perder su empleo.
Él había notado que el ambiente era diferente al del resto de noches, algo le hacía sentir que no debía estar allí, empezó a arrepentirse de volver a casa a pie en lugar de aceptar la oferta de un compañero de llevarle en coche. De pronto dejó de oirse el poco tráfico que había. Pero no fue eso lo que asustó a Clodovildo, no, lo que realmente hizo que se estremeciera fue el sonido que escuchó de pronto. Un sonido como de láminas de metal deslizándose, un sonido familiar, que había oído cientos de veces, pero que no conseguía recordar de que se trataba. El sonido empezó a sonar cada vez más rápido, y más fuerte, e iba acompañado de una risa macabra, se escuchaba como si estuviera cada vez más cerca. Pronto, Clodo notó que venía de detrás suyo, se giró, y allí estaba él, la persona que menos deseaba encontrar (después de su suegra y su ex), Mariano Rajoy, armado con una tijera enorme, impregnada en sangre. Clodo quiso gritar, pero no pudo, el miedo se había apoderado de él, de modo que empezó a correr mientras seguía intentando gritar, sin éxito. Mariano corrió tras él, esgrimiendo sus tijeras mientras gritaba "¡No huyash!¡El tito Mariano no te va a haecr daño!¡Sholo voy a recortar tuss derechosh!". Clodovildo no podía creer que eso estuviera ocurriendo, "¿Por qué yo?¿Qué he hecho?", pensaba mientras se dejaba llevar por sus piernas, lo cual fue un tremendo error, por correr sin pensar dónde ir terminó en un callejón sin salida, sin huída. Fue inevitable que Rajoy le alcanzara. Mariano se detuvo ante Clodo, y al mismo tiempo que dibujaba una sonrisa en su cara dijo, "Venid hijosh míosh, venid, osh traigo un hijo de obrero para que comáish". Dicho esto una enorme brecha se abrió en el suelo, de ella aparecieron unos seres extraños, con un andar torpe y que Clodo no pudo reconocer, hasta que la luz tenue del neón de un prostíbulo asiático iluminó sus caras, y se descubrió que se trataba de los ministros. "¡Zombis! ¡Los ministros son zombis! Eso explicaría su actuación descerebrada" pensó Clodovildo, al tiempo que se imaginaba muerto y convertido en zombi por su mordedura. Cual fue su sorpresa cuando vio que los ministros vivientes no se abalanzaron sobre él con el objetivo de comerle el cerebro, sino que vio como le despojaban de sus cosas, como vulgares chorizos, pero sin navajas. José Ignacio Wert le arrebató la mochila, y destrozó su lector de libros electrónico y su MP3 al grito de "¡¡PIRATERÍAAAAAA!!". Fátima Báñez se puso a olisquear entre sus papeles, y destrozó los documentos para ĺa renovación de su contrato, dejando a Clodo sin trabajo, aunque esto poco le importaba, ya que seguía viéndose muerto. Fernández Díaz, Ministro de Interior devoró toda su documentación, esto preocupó todavía más a Clodovildo, ya que si fallecía sería un cadáver no identificado, y ni su mujer ni sus hijos cobrarían las pensiones correspondientes, si es que el gobierno decidía mantenerlas. Aprovechando que Díaz había dejado la cartera en el suelo, Montoro y De Guindos le robaron el dinero, la VISA, y se hicieron con el teléfono y el reloj de Clodo, luego pelearon entre ellos mientras se alejaban, a lo lejos se les podía escuchar decir "-¡Esto es para Bankia! -¡No! ¡Esto es para la Merkel!". Clodovildo había perdido toda esperanza.
Rajoy silbó, y los ministros desaparecieron como por arte de magia. Luego empezó de nuevo a mover sus tijeras, Clodo, medio inconsciente por el episodio que acababa de vivir, podía sentir como se le acercaban a la vez que Mariano decía "Shiento no hacer lash coshash como prometí, pero la realidad con la que me he encontrado me ha impedido hacerlo, de todash formash, mejor que el reshcate venga directamente de vuestrosh bolshillos, que total, lo vaish a pagar voshotrosh igualmente ¡hahahahaha!". Antes de la última carcajada, Mariano ya había recortado el cuello de Clodovildo, quien despertó de repente en la cola del INEM y deseó que el sueño hubiera sido real.
Y ahora un par de fotos de algunos de nuestros redactores en atavíos jalogüinescos
Aquí tenemos a Frikiman, vestido de mago secreto y ataviado con unos ropajes que está dispuesto a que contemplemos. El ojo no entrenado podría sugerir que se trata en realidad de un monje ciego de la santa orden de la sábana vieja, pero en realidad es un mago secreto porque lo dice él y porque sus ropajes son dignos de ser contemplados. Sí, esa es razón suficiente.
Y aquí tenemos a Khazike, disfrazado de Sweet Bro (o quizás no esté disfrazado en absoluto... en fin, si lo dice él...). Podemos apreciar que tiene sus GAEMS en las manos, por lo cual podemos deducir que está preparado para caerse por unas escaleras, un deporte recomendable para toda la familia. Esperamos que no se haya roto muchos huesos y, sobre todo, que haya acabado de caerse por las escaleras.
Acerca de lo de la entrada fantasma... Suponemos que lo mejor es no darle más vueltas, seguro que era un simple error de blogger, que anda bastante picajoso últimamente. Probablemente al final resulte no ser nada importante.