27 jun 2018

Expertos en teoría musical horrorizados al oír música por primera vez


La pasada noche se produjo en el teatro nacional de Pork un gran tumulto durante un concierto de la orquesta filarmónica de la ciudad. Más de 20 personas permanecen hospitalizadas tras los alborotos que se creen debidos a que algún inconsciente invitó a expertos en teoría musical del conservatorio a dicho concierto.

Testigos visuales aseguran que, aunque al principio este reducido grupo parecían unos pacíficos eruditos sin nada que llamara la atención, poco antes de empezar la actuación comenzaban a dar muestras visibles de nerviosismo y a realizar comentarios como "¿entonces dices que la gente TOCA los instrumentos? ¿No es eso demasiado sucio?" o "¿qué hacen todos esos en el escenario? ¿Hay una obra de teatro antes?".

Al comienzo de la actuación, la histeria ya comenzaba a cundir entre sus filas, con gritos y aullidos como "espera, ¿por qué se meten esos tubos en la boca? ¿Qué van a hacer? Diox mío, ¿qué van a hacer?", "¿por qué golpean esos trozos de plástico como monos?" y "¿cómo puede permitirse esta locura?".

El concierto apenas había avanzado unos compases cuando ya se vieron totalmente sobrecogidos por el horror existencial. Sus intentos de negación fueron infructuosos "no, no es posible, no podemos haber dedicado toda nuestra vida a este espectáculo burlesco, a este horrible ruido", de modo que pasaron directamente a la rabia, arrojándose en tromba contra el escenario para "hacer cesar ese chirrido infernal".

Ahí es donde se produjo la avalancha, ya que los otros asistentes, confusos y aterrados al ver cómo una banda de dementes en traje atacaba a los músicos, intentaron escapar del lugar lo más rápido que pudieron.

El director de orquesta se defendió valientemente, pero no fue suficiente para evitar que los teóricos enajenados lo hirieran de gravedad para después lanzarse sobre el resto de la orquesta. El violinista principal probablemente eche en falta su oreja derecha, que espera, sea hallada pronto en el estómago de una de las detenidas.

Solo la rápida actuación del cañonista impidió que la masacre continuara, dispersando a los teóricos con disparos de fogueo y gritando que era de la unidad de artillería de la policía. "Una vez más Tchaikovsky me ha salvado la vida", aseguraba más tarde.

Este terrible incidente ha vuelto a reabrir el debate entre la necesidad de separar aún más la música teórica de la práctica. El director del conservatorio de Pork se ha comprometido a estudiar la posibilidad de construir un enorme muro que separe ambas partes de la institución.

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