Y así enero 2019 regresó a su planeta. |
Pero por ahora nos limitamos a seguir adelante un año más. Hemos cerrado el 2018 con el resumen habitual (echadle un ojo a los propósitos de año nuevo y decidnos qué pensáis de ellos), hemos cerrado las dadivanes con un nuevo villancico monifático para mayor gloria de Filippo y hemos cerrado el mes con la entrada del día de la paz, que parece irónico viniendo de nosotros, pero… no, lo es, simplemente es irónico viniendo de nosotros.
Por otra parte, este ha sido el mes de la lengua y literatura, el favorito de todos los niños, y hemos dedicado un puñado de entradas el tema, sobre todo en forma de guías y consejos. Por ejemplo sobre cómo enseñar español a tus hortalizas (que sabemos que es un problema generalizado entre nuestra audiencia), cómo escribir mejores personajes que sean cabras o una nueva guía para la bida en el Apocalipsis Más Aburrido de la Historia que trata sobre cómo escribir guías del apocalipsis. Si después de esto no salís hechos unos cervantes, ya no sabemos qué más hacer.
Bueno, de hecho sí lo sabemos, por eso nos gustaría recordaros que estamos trabajando en una guía de escritura en formato vídeo que esperamos sacar adelante pronto, como os hemos comentado en el avance de proyectos de este mes.
Otros sospechosos habituales han sido el horóscopo del mes de Janero y, como es tan corto que si pestañeas te lo pierdes, también el horóscopo siguiente correspondiente al mes de Fembierno. Y, por si eso fuera poco, aquí tenéis la quincuagésima segunda entrega del diccionario monifático: abono para el alma.
Y eso es todo por este mes. Si el mes se te ha hecho demasiado corto y quieres volver atrás en el tiempo para volver a vivirlo pero no puedes porque te hemos robado la máquina del tiempo, mándanos hatemail a nuestro correo, Twitter y G+.
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