"Pois eu estaba no meu telescopio de alta resolución", declaraba él mismo, "cando vin un páxaro moi raro na órbita e dixen: ai, pois ese á casa non entra que me vai comer o grau!".
Al hallarse en órbita geoestacionaria Santiago pudo seguir el satélite a lo largo de un mes, hacer los cálculos pertinentes y preparar una máquina capaz de lanzar una única piedra hasta la órbita terrestre.
"Collín as ferramentas, un arado e unha bomba da guerra que non estaba utilizando naide", explicaba.
Finalmente su plan tuvo éxito anoche cuando la pequeña roca golpeó el satélite, desestabilizándolo lo suficiente como para hacer que se precipitara a la atmósfera.
Lejos de tomar medidas legales contra el jubilado, la agencia trató de contratar sus servicios como asesor, oferta que don Roeira rechazó para poder dedicarse plenamente a su cosecha de patatas.
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