Esto se debe a que el emperador Carlomagno decidió acabar con las epidemias derivadas de beber agua contaminada o transportadas por mosquitos con una medida extrema. Reunió a todos sus sabios y alquimistas en Aquisgrán y los puso a destilar el agua día y noche para incrementar su contenido en alcohol. No es así realmente como funciona la destilación, pero en aquel tiempo aún no se sabía.
El resultado fue que, en efecto, toda el agua del globo se convirtió en licor. Esto, por supuesto, fue uno de los principales puntos de disputa con los musulmanes, que se pasaron por España para discutir los detalles.
Esta animadversión, sumada al hecho de que todo el mundo estaba siempre muy borracho, son la explicación más probable para las cruzadas.
Esto también afectó al arte románico (claramente obra de artesanos ebrios) y a la arquitectura: los castillos tenían puertas grandes para que los borrachos entrasen fácilmente y fosos para que se emborrscharan para empezar. Por supuesto todo el mundo vivía en un castillo en la Edad Media, pero la mayoría eran de madera y se han perdido.
La alta presencia de alcohol en el agua explica otras costumbres medievales como no bañarse o morir siendo bebé: difícilmente podía ser bueno para los recién nacidos. Por no hablar de los frecuentísimos incendios dado que todo era inflamable.
Todo terminó cuando se descubrió que América existía y el mundo era mayor de lo qe se pensaba: todo el alcohol se diluyó en el agua extra, pero Irlanda ya estaba perdida.
Todo este proceso de disolución aún llevó siglos y dio origen a los piratas, pero eso es una historia para otro momento.
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