2 jul 2020

¿Puede una persona real convertirse en nuestra waifu?

Saludos, monifáticos y monifáticas.

Entre los aficionados al anime a veces surge la siguiente pregunta: ¿puede una persona real convertirse en nuestra waifu?

La respuesta es simple: dado que waifu es una niponización del término inglés wife "esposa", solo hace falta que la persona real sea una mujer y te cases con ella. Resuelto.

No olvidéis mandarnos hatemail a nuestras cuentas de Twitter y correo.











Pero por otro lado, esa no es la respuesta que estamos buscando. La que estamos buscando es la palabra difícil: bajo la definición más usada en la comunidad, una waifu es un personaje ficticio de un medio de acción no real (anime, manga, videojuegos...) por el que se tienen sentimientos y con el que se considera que se tiene una relación.

Bajo esa definición podemos comprobar fácilmente que una persona real no podría ser una waifu, simplemente por el hecho de que no es un personaje ficticio. Por lo tanto la respuesta parece ser no: una persona real no puede ser una waifu.

Además, en la estricta observancia del principio de "2D: raza superior" que entraña el significado de waifu, nuestro amor por personajes de obras de acción no real solo puede ser estrictamente platónico, ya que de otro modo estaríamos poniendo en entredicho su perfección. El amor físico y consumado pertenece solo al imperfecto mundo del 3D en el que nos vemos obligados a vivir.

NO OBSTANTE, eso no quiere decir que no se puedan hipotéticamente tomar las disposiciones adecuadas para que alguien perteneciente al mundo del 3D se convierta algún día en tu waifu.

Muchos aficionados se preguntan, claramente de forma errada, si las waifus serán algún día reales. ¿Por qué dedicar recursos y tiempo a esa degradación cuando podríamos hacer que las personas reales que nos gustan puedan ascender al 2D y así gozar de las perfección que requiere el título de waifu?

Con el continuo avance de la ciencia algún día deberíamos ser capaces de digitalizar sus conciencias y renderizar su apariencia en dos dimensiones con las que nos resulte imposible interactuar. Si, es posible que suene a un sueño alocado, ¿pero acaso el verdadero progreso no está en no aceptar lo que se da por hechos consumados y esforzarse en romper esas creencias? ... Un hombre puede soñar.

Gracias por compartir nuestro amor por nuestras respectivas waifus. No olvidéis dejarnos algo de hatemail en la sección de comentarios o en nuestras cuentas de Twitter y correo. ¡Nos vemos en la próxima!