Las excesivas lluvias alimentarán a un eucalipto plantado cerca de tu casa que crecerá de forma desproporcionada y adquirirá consciencia y sed de sangre. Gracias a tu katana motosierra, talarlo no te supondrá ningún tipo de problema, y además aprovecharás para darle sus hojas a un amigo que está teniendo problemas respiratorios para que se haga unos vahos. El resto del mes será destruir monstruos normales, nada del otro mundo.
Un monstruoso eucalipto caerá sobre tu casa, destrozando el techo y cubriendo la casa por entero con sus hojas. La buena noticia es que no te vas a resfriar, gracias al mágico poder anticatarro del eucalipto (de ese en concreto). La mala noticia es que todas tus cosas olerán a eucalipto y toda tu comida sabrá igual que cuando algo después de sacarte un chicle de la boca. Por suerte, te arreglarán el techo antes de que acabe el mes, pero eso no aliviará esa experiencia agridulce.
Echarás de menos la playa, especialmente el mar y, para qué engañarnos, toda esa gente con poca ropa. Por suerte para ti, un día lloverá tanto que se inundará el suelo de tu casa, así que será más o menos como estar en el mar otra vez. Harás una maratón de Los Vigilantes de la Playa y te regocijarás al conseguir una versión mejorada de la playa, sin gente que se ofende por tu mirada lasciva ni arena en tus partes.
Tú y tu hermano gemelo iréis a una convención de gemelos por vuestro cumpleaños. Si eres el gemelo malo, conspirarás con otros gemelos malignos para libraros de una vez por toda de vuestros hermanos. Trataréis de prenderle fuego al local donde se realizaba el evento, con tal mala suerte que empezará a llover justo cuando ibais a hacerlo y no parará hasta bien entrado el mes. Si eres el gemelo bueno, pondrás verde a tu hermano hablando mal de él a otros gemelos.
Verás carteles de una convención de gemelos y te preguntarás si hay tantos gemelos en los alrededores como para hacer una convención.
Te pasarás buena parte del mes leyendo sobre psicología y mensajes subliminales y otra buena parte poniendo carteles que incitarán a otras personas a presentar comportamientos pirómanos, con lo que teóricamente obtendrás todos los incendios con los que siempre has soñado pero con menos de la mitad de la culpa. Desgraciadamente, se pasará casi todo el mes lloviendo a mares, así que no verás ni la mitad de los incendios de los que te gustaría. Quizás deberías empezar a repetir planes de otros meses en el futuro, es muy improbable que siempre vayas a fallar por lo mismo.
La vuelta de las vacaciones te dejará el cuerpo raro, así que empezarás a leer el "Libro de los locurones bíblicos", una de las más valiosas piezas de tu biblioteca personal. Para procrastinar y no tener que volver a tus por otra parte relajadas actividades cotidianas, causarás el Diluvio Universal. O al menos una versión descafeinada del mismo; lloverá muy fuerte durante mucho tiempo y en algunas zonas de costa ni siquiera notarán la diferencia. Alguien llegará en su momento a detenerte los pies, pero no te importará demasiado, tampoco te gustaba tanto la idea del Diluvio después de todo. Con suerte nadie se habrá hecho demasiado daño.
Las abundantes lluvias harán que la hierba crezca con fuerza, dando vigor a tus vacas, que producirán ingentes cantidades de leche de la más alta calidad. Sin embargo, de camino al mercado en el que venderás la leche para comprar huevos de los que saldrán gallinas que venderás para comprarte una esponja de Menger, unos bandidos te asaltarán y te robarán el cargamento. Esta clase de cosas te pasa demasiado a menudo.
Los cambios de temperatura y las incesantes lluvias dejarán tu sistema inmune por los suelos. Empezarás el mes con un catarro, que dará paso a una bronquitis, que dará paso a una neumonía. Un amigo te traerá hojas de eucalipto para hacer unos vahos, lo que te hará mejorar instantánea y milagrosamente. De hecho acabarás muchísimo mejor que antes, como si nunca hubieras estado enfermo ni nunca lo fueras a estar. Y tú que no confiabas en los remedios naturales...
Te darás cuenta de que las incesantes lluvias que sufriréis este mes serán en realidad una versión descafeinada del Diluvio Universal. Para evitar que la cosa vaya a más, usarás tu escuadrón de palomas de guerra para encontrar tierra al causante y darle una paliza. Al llegar ahí verás que el tipo simplemente lo hacía por aburrimiento, así que te saltarás la parte de la paliza. Tras esto, mandarás a tus palomas de guerra a combatir detener una invasión alienígena. A veces es duro ser tú.
Considerarás que las torrenciales lluvias de este mes invitan a un robo como los de antaño, aprovechando que apenas hay nadie para verte hacerlo incluso a plena luz del día, todo mientras suena música dramática. Decidirás, pues, robar algo acorde con la situación: un cargamento de bidones de leche. Por desgracia, la leche aún no habrá sido tratada en el momento del robo, así que te pasarás buena parte del mes luchando con la fiebre Q. Dichosas costumbres de antaño...
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