5 feb 2016

Juegos del Antiguo Egipto

Es bien sabido que los antiguos egipcios, como amantes de la ACCIÓN y todo lo que te puede dejar muerto en cuestión de segundos que eran, tenían los juegos y entretenciones más estúpidamente brutales de la historia de la humanidad. Y vosotros os preguntaréis, ¿se puede ser más brutal que las corridas de tanques tan populares en gobiernos dictatoriales de todo el mundo? Pues claro que se puede, siempre y cuando el faraón así lo quiera.

Cobraloncesto

En una entrada anterior explicamos el funcionamiento de este deporte. Para aquellos que no lo hayan leído y no tengan ganas de seguir el enlace: juegas con un balón contra cobras y pobre de ti como les hagas algo. Y si ganas puedes tener una cita con la cobra que elijas.

Toca la cobra

El objetivo de este juego es bastante parecido al cobraloncesto: reducir considerablemente la tasa de idiotas en el faraonado. Pero es una versión para bares y tabernas. Todas las tascas del Antiguo Egipto tenían por lo menos una cobra para prestar, especialmente aquellas que no tenían proyectores holográficos para jugar a CARD GAMES.

Esto último también tenía la propiedad de atraer a ancianitos a los que les gustaba el juego y recelaban de los CARD GAMES por ser un invento moderno. “EN MI DINASTÍA JUGÁBAMOS A COSAS DE HOMBRES. LOS NIÑOS DE HOY EN DÍA LLEGAN AL INSTITUTO SIN HABER TOCADO UNA COBRA. Y YA NO DIGAMOS HABER PERDIDO LA VIRGINIDAD CON ELLA” solían decir.

Los otros parroquianos normalmente se asombraban de que esa gente hubiera llegado a vieja.

CARD GAMES

También conocidos como Tute (abreviatura de Tutenkamón, el creador de la versión original). En pocas palabras, son una versión primitiva de la invocación de bestias arcanas en la que las bestias arcanas no eran invocadas sino proyectadas mediante hologramas egipcios. Como se dieron cuenta de que invocarlas directamente era más fácil, más letal y los hologramas egipcios solo permitían mostrar esa perspectiva tan rota en la cual el sujeto está como medio de frente y medio de perfil, esta variedad acabó desapareciendo y la otra usurpó su lugar.

Sea como sea, a día de hoy se están haciendo esfuerzos para recuperarla, con hologramas mejores, aunque por ahora solo se puede jugar sobre motos egipcias de oro puro, así que no está al alcance del gran público. En cualquier caso, es probable que os hablemos en el futuro de este juego.

Carreras de avestruces

Estos malditos pájaros daban un montón de dinero. Usaban jinetes enanos. Enanos egipcios. A los que ponían debajo de una plancha de madera por las noches desde niños para que no crecieran más allá de la altura óptima. Si alguna vez pensaste que tu padre era estricto…

En otras ocasiones el jinete era un criminal condenado a serlo al que le habían cortado las piernas para aligerarlo (se dieron cuenta bastante pronto de que cortarles la cabeza no les ayudaba a dirigir mejor a la avestruz).

Las propias avestruces también pasaban por un tratamiento especial. No bastaba con adiestrar al bicho para que se dejara montar y corriera como el rayo, también tenían que tener una estricta dieta de hamburguesas hechas con carne de otros animales rápidos como liebres, corzos o avestruces. Lo más difícil de todo esto era convencerlas para comer carne, pero se las arreglaban, eran egipcios.

Lanzamiento de bebés

Después de la que se armó con Moisés, las autoridades se las ingeniaron para establecer una forma de matar sanguinariamente a niños sospechosos de ser mesías de alguna religión sin provocar la ira de las masas. Este método era el lanzamiento de bebés, un sistema de ejecución preventiva camuflada como deporte. Cuanto más lejos lanzaras el bebé, más puntos obtendrías. El record está en encestarlo en el monte Sinaí desde el Nilo haciendo explotar un pequeño pueblo de judíos en el proceso.

Lo más normal era lanzar bebés a los cocodrilos porque eso mataba dos pájaros de un tiro: mantenía a los mesías a raya y a los cocodrilos de los fosos nutridos. Eso de que hay que dejarlos hambrientos para que se coman a los que quieran entrar es inhumano.

A día de hoy en la Thierra aún se juega a esto y es deporte olímpico, pero ya no se usan cocodrilos ni nada y el que lo lanza tiene que cogerlo también. Aún así sigue siendo tan increíblemente peligroso como uno se podría imaginar, pero la federación no parece hacer nada al respecto.

Hipopotamódromo

Sí, hipopótamos en llamas tal como describimos aquí.

Empezó siendo un timo en el que una gran empresa construía estadios de un falso deporte (pelea contra hipopótamos) y nunca los usaba para evadir impuestos. Cuando los pillaron y el gobierno confiscó los estadios decidieron que la idea era demasiado buena, así que pasó a convertirse en un modo de ejecución por combate hasta que se dieron cuenta de que, bueno, ver a los hipopótamos persiguiendo a un tipo y aplastarlo era demasiado gracioso. Además apostaban por ver cuál pillaba primero al preso, así que por qué no hacerlo oficial.

Como podemos ver, ha pasado por toda clase de modificaciones hasta conseguir hacerlo lo suficientemente cruel. Por ejemplo durante un tiempo los recorridos tenían agua, pero no era entretenido porque siempre pillaban ahí al desgraciado. Demasiado predecible.

Es este gusto por lo impredecible lo que podía hacer que te hicieras famoso si llegabas a ser un buen corredor. A un tipo que sobrevivió a dos carreras sin mutilaciones le hicieron una maldita estatua.

Por cierto, sí, las corridas de hipopótamos actuales hunden sus raíces en este deporte.

Senet

Y para cerrar la entrada, un juego más calmado. El senet era un juego de tablero parecido a las damas, sin más pretensiones. Sin embargo jugarlo era especialmente difícil jugar porque todas las fichas eran de oro puro sin pintar, así que era casi imposible distinguir cuáles eran las fichas de unos y cuáles las de otros. Para solucionar esto, a la vez que para darle emoción al juego, se introdujo la norma de que las fichas de uno de los jugadores estarían en llamas y las fichas del otro estarían envenenadas. Además, el ganador del juego tendría acceso exclusivo a pomada para las quemaduras y antídoto para el veneno.

Y eso es todo. Este artículo ha sido 100% exacto excepto probablemente en lo del senet porque no hay forma de que los egipcios jugaran a algo llamado así. Si os ha gustado o pensáis que deberíamos leer un libro alguna vez hacédnoslo saber en los comentarios o nuestro correo, twitter o g+. ¡Hasta la próxima!

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