Pelearás contra Satanás para que levante la maldición de los quesos demoníacos que están apareciendo por todas partes. Tras ponerlo contra las cuerdas, accederá a desmaldecir unos pocos si lo dejas en paz. Accederás al acuerdo sin poner condiciones, principalmente porque eres consciente de que el Príncipe de las Tinieblas va a tener una agenda muy ajetreada este mes, ya que todos los de tu signo van a zurrarle la bandana de una u otra forma.
Por fin, después de esperar un año entero a que acabara de fermentar, tu queso definitivo estará listo. Inseguro del sabor que tendrá un queso que ha estado fermentando un año entero sobre tu radiador, le darás un pequeño mordisco, no vaya a ser que sea venenoso. No solo será la mejor cosa que has probado, sino que además te curará el catarro y agudizará enormemente todos tus sentidos (especialmente el del olfato). Te asegurarás de guardar un trozo para cuando estés enfermo terminal o algo, y otro para tu familia y seres queridos.
A pesar de que San Valentín ya ha pasado, eso no te impedirá pasarte el mes entero llorando y autocompadeciéndote por tu soledad, lo que realmente no hará más que aislarte aún más del resto del mundo.
Si eres el gemelo malo, se te pasará por la cabeza la idea de matar a tu hermano con queso. Pero esa es una idea estúpida, así que simplemente intentarás clavarle un cuchillo mientras duerme. Por algún motivo, no funcionará. Si eres el gemelo bueno, un amigo te dará un trozo de lo que llama "el queso definitivo". Prepararás una tostada para comerlo en la cama, pero te quedarás dormido antes de poder hincarle el diente. A la mañana siguiente descubrirás que el queso ha desarrollado una especie de protuberancia en forma de cuchillo, así que decidirás tirarlo a la basura. A día de hoy hay que andarse con cuidado, que a la primera de cambio coges una salmonelosis o te apuñalas por error o algo.
Comprarás un queso que te asegurarán que es el queso definitivo. Estará rico.
Comprarás muchos "quesos del diablo" para colárselo a la gente en la nevera y volverlos malditamente dementes. Sin embargo, en la mayor parte de la gente no funciona por algún motivo. Irás a ver (y amenazar) a tu proveedor, pero te dirá que eso se debe a que esa gente no es lo "suficientemente espiritual", así que Satanás no podrá hacerse con el control de su mente tan fácilmente. Aceptarás esta explicación sin hacer preguntas.
Maldecirás por error una fábrica de queso, convirtiendo todos los productos en el queso del diablo. Básicamente será queso normal, pero como un poco picante y si lo consumes tu mente estará a la merced de las fuerzas del Maligno. Bueno, nada que no se pueda arreglar con una buena noche de sueño.
Un buen amigo tuyo te dará a probar lo que él describe como "el queso definitivo", de cómo lo elaboró con la leche de tu ganado y mucha otra mierda màhjica, y de cómo ha estado un año esperando para que fermente y que ahora es grandioso. Lo probarás, y sí, estará rico, pero no es para tanto. El queso casero que haces tú es muchísimo mejor, dónde va a parar.
Un día, aparecerá en la nevera un trozo de queso que no recuerdas haber comprado. Como tus múltiples episodios de amnesia han hecho que te olvidaras de todas las veces que tu madre te ha dicho que no comas cosas que no sabes de donde vienen, decidirás darle un mordisco. De repente, verás el infierno. No estarás ahí, pero sentirás como si lo estuvieras. Miles de millones de almas siendo torturadas de formas que una mente humana no es capaz de comprender adecuadamente. Sufrimientos que no imaginabas que serían posibles. Básicamente te pasarás casi todo el mes en trance. Un amigo tuyo te dará un trozo de un queso milagroso que hará que se te pase un poco. Funcionará impresionantemente bien, dejarás de ver visiones de maldad inimaginable a todas las horas. Ahora solo te pasará cuando estés dormido. Dulces sueños.
Básicamente estarás todo el mes pensando en el verdadero origen del universo. Sabes de sobra que lo hizo Filippo, pero se supone que es una pregunta retórica.
Oirás rumores del "queso definitivo" y del "queso del diablo", así que empezarás a vender ambos en tu puesto. Obviamente no serán los de verdad, solo quesos normales a los que les has puesto una pegatina por encima diciendo que son una cosa u otra. Te sorprenderás de la cantidad exagerada de gente que picará con esta treta.
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