1. No cuidar la ortografía
Tener una buena ortografía es como vestir bien a nuestro texto: a pesar de que el interior pueda ser genial, sin una buena presentación, muchos ni siquiera entrarán a valorarlo. Además, si no cuidas la ortografía, se escapará y después habrá que poner carteles, ofrecer una recompensa y eso solo te quitará tiempo de escribir.
2. Llamar a todos los personajes "Osorio"
Puede que pienses que puede quedar bien porque es un nombre que realmente suena genial, pero una vez lo piensas más a fondo, te darás cuenta de que es mejor no abusar de esta clase de cosas. A pesar de lo mucho que el lector disfrute de leer ese nombre, puede llegar al punto de no poder distinguir fácilmente entre los distintos personajes y acabar harto.
3. Comerte tu propia novela
Muchos creen que imprimir tu novela, cortarla en trocitos pequeños y comértela como si fueran cereales es un paso previo indispensable antes de mandarla a un editor, pero la verdad es que muchos de ellos no lo valoran tanto como podríamos pensar y no suelen usarlo para juzgar el posible éxito comercial de un libro. Por no decir que la tinta probablemente es tóxica.
4. Escribir en otro idioma
Aunque aprender otro idioma es, desde luego una experiencia enriquecedora, no, no es necesario que aprendas checo o tuvano o lo que sea para escribir una novela y publicarla en tu país. Hacerlo en un idioma que sea accesible para tus futuros lectores le dará muchas más posibilidades de éxito.
5. Imprimirla en galleta
Este está fuertemente relacionado con el punto 3: muchos creen que, si consiguen que el editor se coma su novela, será mucho más fácil que la acepte. En realidad la galleta no es el mejor material para enviar correo postal, ya que suele llegar batante reblandecida. Por no hablar de que, si el editor se come tu novela, no llegará a leerla, lo que debería ser tu prioridad número uno.
6. Usar demasiadas palabras
La mayoría de escritores novatos usan demasiadas palabras diferentes a lo largo de su novela. Alrededor de 100 está bien, desde luego no más de 200.
7. Plagiar El Jarama
Por supuesto podrías pensar que, dado que es una novela de éxito que ya ha sido publicada, copiar esta obra neorrealista de la posguerra y enviarla al editor con tu nombre sería la mejor forma de conseguir llegar a las estanterías. Por desgracia el mercado ya está saturado en lo que se refiere a publicar El Jarama y la gran mayoría de editores buscan algo fresco y nuevo.
8. Hackear el gobierno de Honduras
Todo ese tiempo pegado al ordenador llevando a cabo cyberataques contra los servidores de un gobierno centroamericano es tiempo que no estás escribiendo. Tener disciplina y constancia es una de las necesidades clave para llegar a ser un buen escritor.
9. Improvisar un espectáculo de marionetas para el editor
A pesar de lo que muestran muchas películas, la mayoría de editores prefieren que no se les presente la novela en persona mediante un elaborado espectáculo de marionetas. Es mejor que trabajes en tus habilidades de danza interpretativa en su lugar.
10. Hacer que tus personajes den largos discursos sobre armas nucleares
Por algún motivo esto no solo no ayudará a que tu novela se publique, sino que es posible que el editor se ponga en contacto con las fuerzas de la ley para denunciarte por comportamiento sospechoso. Creednos, esto es algo que eh Monifate hemos experimentado personalmente.
Y eso es todo. Si te ha gustado y quieres escuchar consejos de verdad sobre cómo escribir, pero que sigan viniendo de tus amigables amigos de Monifate, echa un ojo a nuestra guía de escritura monifática:
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