28 ene 2022

El agua sufre

Saludos, monifáticos, monifáticas y seres inclasificables.

Al contrario de lo que piensan los homeópatas, el agua no tiene memoria, pero si sentimientos. En concreto, tiene sufrimientos. Diverso y a la vez profundo sufrimiento.

Aunque era un hecho ya conocido por los científicos, los sistemas cada vez más refinados de medición permiten incluso contabilizar el nivel de dolor del agua (empleando para ello aparatos originalmente creados para medir el odio que uno puede sentir hacia una patata concreta). Los resultados que arrojan a menudo son "muy altos". Al parecer, una de las cosas que más hacen sufrir al agua es formar parte de nuestra orina; aunque el dolor de otros fluidos corporales también se ha medido.

Ahora bien, no toda el agua sufre por igual ni de las mismas formas. El agua de los océanos, por ejemplo, está en general muy confusa y no sabe qué malas decisiones ha tomado para acabar ahí. Lo normal es que el agua empiece relativamente contenta en el deshielo y esté cada vez menos y menos contenta a medida que recorre el cauce. El Nilo es una enorme y lenta cadena de decepciones.

El agua de lluvia suele estar muy asustada a medida que cae; los manantiales subterráneos tienen miedo a la oscuridad y los espacios cerrados; el agua de las presas sufre por la ansiedad de ser liberada en cualquier momento y, al mismo tiempo, por la monotonía. El hielo presenta solo un ligero dolor latente, pero el cambio climático se está ocupando de arreglar eso.

Numerosos científicos han empezado a estudiar este fenómeno a fin de entender mejor cómo extraer asombroso poder del sufrimiento acuático como ya han logrado hacer con el odio de las personas, pero por ahora no se ha logrado una forma eficiente de hacerlo.

Lo que sí se ha conseguido es que varios grupos de protesta por los derechos del agua hayan empezado a formarse y manifestarse para que se protejan los sentimientos del agua y se la considere una minoría protegida con igualdad ante la ley y numerosos privilegios.

Los gobiernos que ya empiezan a estar preocupados por el apocalipsis más aburrido de la historia, barajan que se podría usar el agua para rechazar al liquidillo verde dado su gran contenido matrónico (la mayor parte de sus sentimientos son negativos), aunque, dado el lento aumento de los casos de enfermedades terminales que te matan en 20 años, eso no parece ser cierto del agua en nuestros cuerpos.

Si os interesa saber más del agua, podéis acudir a vuestro grifo más cercano. Además, no dudéis en mandarnos vuestro hatemail a los comentarios de la entrada, nuestra cuenta de mail, de Tuiter o nuestro flamante y lustroso servidor de Discord. ¡Hasta la próxima!

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