Los cthólhicos creen en Cthulhucristo, una entidad capaz de doblegar la voluntad humana con su mera existencia. Cthulhucristo es parte de un gran panteón de santos y criaturas amorfas y/o con muchos tentáculos que están más allá de toda compresión humana, presididas por Azaveth, creador del universo y caos primordial que lo envuelve todo.
Para la mayor parte de los cthólhicos, Cthulhucristo es una especie de enorme pulpo verde con alas de murciélago y apéndices humanos, engendrado por la vírgen Nigguría (una especie de torre de carne de la que brotan sus vástagos) y Azaveth mismo, aunque Hose el innombrable (un carpintero sin cara vestido con una túnica amarilla) es considerado normalmente como su “padre oficial”. Aunque realmente el concepto de paternidad entre bestias alienígenas más allá de todo entendimiento es bastante complicado de por sí.
Los Ctholhicos creen que Cthulhucristo es el dios más poderoso de todos, como vencedor del torneo milenario de Dioses y Demonios de hace 7.560 años. En base a esto, consideran que adorarlo es una necesidad para mostrar buena deportividad y asegurarse de no ser devorados cuando despierte de su largo sueño en el R’Lyehlo, el más allá al que ascendió cuando sus enemigos cambiaron las estrellas para que no fueran las adecuadas. Una vez ese detalle se arregle, Cthulhucristo volverá para juzgar a la humanidad, tanto los vivos como los muertos, y dar poder eterno a los que creen en él.
Como otras religiones como el cthghnismo o la Fe en Vorg, el ctholhicismo es una religión alienígena supuestamente implantada en la Thierra por poderes que no podemos comprender. Empezó como una secta del azavethismo hace siglos en las costas del Meditherráneo, donde se expandió por Oyropa y varias partes de Afroíca. No obstante, los intentos de implantarlo en otros lugares y continentes han fracasado estrepitosamente, salvo las antiguas colonias de Himandia en Columbusania Meridional. Por algún motivo la gente no suele querer adorar a un calamar gigante que probablemente se los coma a todos.
Otras figuras
Otra de las figuras más relevantes del Ctholhicismo es la Virgen Nigguría, como engendradora de Cthulhu a partir de horribles trozos pútridos de su propia carne infinita. Se la considera la santa más poderosa de todas y es adorada y temida a partes iguales por los fieles cthólhicos.
Aparte de ella, a Cthulhucristo lo sirven una caterva de santos formados por entidades alienígenas, locos ascendidos, bestias de las profundidades y otros seres extraños. Entre ellos se encuentran San Cristithaqua, San Barthologgua (patrón de los batracios), San Antonihatur (que tampoco debe ser nombrado, como San Hose), Santo Diablo, Papá Dagón o San Yag-Nando de Antanasí.
Ceremonias y fiestas
Las ceremonias y festividades varían bastante entre sectas del ctholhicismo, pero muchas de ellas se observan en toda la religión. Por ejemplo, todos tienen un concepto de “misa” que se celebra periódicamente, pero algunos creyentes las celebran en edificios abandonados en los que leen pasajes de libros prohibidos vestidos con largas túnicas oscuras que les cubren la cara, mientras que otros se desnudan y se hacen laceraciones unos a otros en templos subterráneos. Algunos consideran que el único concepto apropiado de misa es sembrar el caos, así que se juntan para prenderle fuego a cosas y rajar ruedas de coches; pero normalmente estos se consideran alborotadores de poca monta que tratan de usar el nombre de la religión para justificar sus actos vandálicos.
La festividad más importante del ctholhicismo es la Dadiván, o al menos una versión de ella. Es una festividad que celebra el nacimiento de Cthulhucristo, aunque muchos fundamentalistas creen que esta celebración solo debería tener lugar cada 13 007 años, pues esto equivale a un año cósmico. Lejos de la apreciación al consumismo en la que ha acabado derivando la festividad laica internacional, la Dadiván cthólhica es una fiesta pensada para celebrarse en familia: se hacen sacrificios ceremoniales, se leen pasajes del Necronomicón a la luz de las velas, se cantan villancicos (o vilhancicos, como escriben algunos) por las calles. Es todo muy pintoresco.
Otra festividad importante para el ctholhicismo es lo que se conoce como la “Semanha Sanh’tha”, un evento que dura varios días (once en total, unos trece o catorce años para los fundamentalistas) en los que se celebran la ascención de Cthulhucristo al R’Lyehlo. Por lo general hay fuegos artificiales y toros (u otros animales de carga) paseando en carrozas en llamas por las calles. La comida típica en esta época son las tortitas de sangre humana: los miembros de una familia se sacan un poco de sangre en un dedo y dejan que caiga sobre la masa de la tortita. Los vampiros del ayuntamiento de Pork celebran todos los años un banquete público en el que solo se sirven estos dulces.
Más allá
Finalmente, la gran mayoría de cthólicos creen que, al morir, ascenderán al R’Lyehlo (que en realidad está en las profundidades marinas, haciendo confuso el término “ascender”) donde serán colmados de honores por horribles monstruos pez. En cambio, los que no hayan seguido las enseñanzas de Cthulhucristo serán enviados a un atolón sin comida ni agua, completamente solos, y rodeados por tiburones que los devuelven a tierra de un aletazo.
Algunos hipotetizan que podría existir un lugar de fuego eterno conocido como el chthugatorio, donde uno se purifica antes de llegar ante el gran Cthulhu, pero es difícil que pueda existir algo así en el fondo del mar. A no ser que usara una enorme cámara presurizada…
Pero todo eso se lo dejaremos a los teólogos locos, por nuestra parte, esto es todo por ahora. Feliz Shabhadho Shanto y nos vemos en la próxima. Y si os interesan nuestras obsesivas divagaciones teológicas no dejéis de mandarnos hatemail a los comentarios de esta página o nuestras cuentas de correo, twitter y youtube. ¡Paz!
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