Parece una tontería, pero los usos de las sartenes son muchos y necesarios.
Para empezar, puedes usarlas para NO cocinar liquidillo verde, como ya se comentó en cierta ocasión, ya que la substancia no es solo totalmente inedible (cualquier cosa que se pueda comer ya es ligeramente latrónica), sino que además, como cualquier otro contacto con el liquidillo verde, produce una muerte lenta y paulatina que puede alargarse años. En su lugar, te recomendamos cocinar las pocas cosas comestibles que puedas encontrar en las llanuras devastadas en las que se convertirá la civilización en unas cuantas décadas, quizá cinco. Hasta entonces, la sarten te puede ser útil para cocinar las cosas que tienes en tu nevera.
Por supuesto otro de los principales usos de las sartenes es proteger tu propia comida, tanto de mapaches como de tipos azombiados que intenten robártela cuando haya escasez o se aburran mucho. Arréales en la cabeza y se quedarán la mar de tranquilos. También, por supuesto, puedes querer defender tu comida del liquidillo verde usando la sartén como pala para achicar, pero eso sería un grave error. Dado lo latrónica que es una sartén, el liquidillo verde la corroería a velocidad moderada, dejándola inservible en cuestión de días. Mejor usa algo especialmete aburrido para achicar liquidillo verde como una novela de Dan Brown.
Esto último nos lleva a la explicación definitiva de título de este punto: haz acopio. Va a ser inevitable perder varias sartenes mientras estés dando bandazos por la tierra diapocalíptica, por eso es necesario que tengas un montón bien servido. Cuando se apague internet y empiecen los primeros saqueos debidos al aburrimiento, acude a tu tienda de menaje de cocina más próxima y coge todas las que puedas cargar. Tu capacidad de carga, avisamos, aumentará dramáticamente con un carrito. No es que desde aquí defendamos el robo, el allanamiento y el saqueo, pero serán tiempos duros y tendrás que hacer lo que tendrás que hacer para sobrevivir.
Por tu propia seguridad, aunque tu sartén sea de acero inoxidable, abstente lamerla, especialmente cuando está caliente.
Aunque, como sabéis bien, en esta casa solemos recomendaros tirantes en casi todas las circunstancias, el duro mundo al que os enfrentaréis cuando el liquidillo verde haya avanzado lo suficiente requerirá de medidas extremas, entre ellas, usar cinturones. Esta terrible era ha traído consigo alianzas inesperadas.
Un cinturón puede ser genial para sujetar cosas también, como vuestros pantalones, vuestras camisetas o vuestros escorpiones. Sí, atad vuestros escorpiones a vuestros palos para arrearle a los saqueadores. O para saquear vosotros mismos; sobre todo bares y cafeterías. Es el precio a pagar por el wifi en estos tiempos.
Un cinturón bien usado puede ser perfecto para retener a personas contra su voluntad y poder obligarlos (mediante escorpiones) a que te den conversación para divertirte ahora que todas las otras formas de entretenimiento han muerto y tu capacidad para establecer relaciones interpersonales está totalmente atrofiada.
Si por casualidad cayeras por unas escaleras y te abrieras las crisma, podrías usar un buen cinturón para mantenértela cerrada hasta que acabaras de morir. O, si por un casual abrieras puerta al Infierno, de la que solo emanan horrores, también te vendría bien para bloquearla.
Recomendamos cinturones de marcas reconocías y que tengan un sello que demuestre que su eficacia ha sido probada en simulacros de apocalipsis. Si no encontráis ninguno que tenga este sello, no os preocupéis, ya empezarán a aparecer con el tiempo.
Esto es todo por hoy, manteneos a salvo. Esperamos que no tengáis que esperar casi dos años para la siguiente entrega. Aunque tampoco os corre ninguna prisa...
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