1 may 2017

Trabajo en Himandia

¡Saludos, monifatillos y monifatillas y monifatillus! Hoy se celebra el día internacional del trabajo y seguro que en un día como este lo que estáis deseando es leer un interesante artículo sobre Himandia, nuestra España de una dimensión alternativa donde se asienta Pork. ¡¿Qué mejor forma de celebrarlo?! Sentaos, relajaos y preparaos para recibir los poderes dignficadores del trabajo.

Himandia es un país de contrastes y distintos lugares ofrecen distintas oportunidades laborales. En el húmedo y boscoso norte, por ejemplo, el mercado de quiromantes y charlatanes está más que saturado; mientras que en las regiones del interior gobernadas por generales renegados y señores de la guerra, la esclavitud aún está en boga, ¡y te pagan con MENOS latigazos! Después de todo, en Himandia jamás fue abolida, simplemente legislaron por encima hasta que fue más barato contratar a falsos autónomos.

Pero la perla negra del trabajo sin regularizar es la capital, Pork. Porque recuerda: que lo que hagas no sea legal no quiere decir que no tengas que pagar impuestos por ello. No por nada uno de los puestos más importantes del ayuntamiento vampírico de la ciudad es concejal de crimen organizado. Recientes estudios demuestran que al menos 20% de los empleos de la ciudad son solo semilegales: no cometen crímenes directamente, pero son una pieza fundamental de la estructura que permite el crimen, como gestorías de sindicatos criminales o el lavadero de dinero más grande del mundo. Es más, la ciudad “requiere” de tantos criminales directos, que casi la mitad de ellos hacen todos los días el trayecto desde el extrarradio y pueblos dormitorio a la ciudad para llevar a cabo su actividad.

Lo que sí que se requiere en Pork son superhéroes. Estando el crimen tan arraigado en la cultura y la economía de la zona y siendo la policía del lugar uno de los cuerpos de seguridad más ineficientes del multiverso, la actuación de individuos con superpoderes (o carentes de ellos pero con mucho coraje y poco instinto de autopreservación) es poco menos que indispensable. Aunque es difícil conseguir un puesto de superhéroe porque técnicamente es un trabajo de funcionario y esos en Pork, al igual de lo que ocurre en nuestra dimensión, normalmente se consiguen con mucha suerte, los contactos apropiados o una sana combinación de ambas cosas.

Y hablando de puestos gubernamentales, en Himandia ser presidente es algo así como el peor trabajo que podrías llegar a tener. Como comentamos en su momento, Himandia es un país que básicamente sigue existiendo por costumbre y en el cual todo el poder ha sido volcado en sus autonomías. Por ende, ser elegido presidente básicamente te hace responsable de un trabajo que ningún humano podría llegar a realizar y un blanco fácil para toda clase de grupos violentos. No es por ello extraño que el actual presidente de Himandia lleve años oculto en un búnker.

Y en este descontrol reinante, sumado a una legislación que funciona básicamente acumulando capas, no es de extrañar que muchas de las regulaciones de empleo sean completamente absurdas. Una de las más famosas es la que exige que todos los empleados lleven al trabajo una mangosta en el día nacional de llevar tu mangosta al trabajo: no hacerlo puede ser argumento de despido, cosa que es aprovechada por muchos jefes sin escrúpulos que quieren reducir plantilla. Por supuesto, es en ese día cuando las empresas de alquiler de mangostas hacen su agosto.

Alguno se pensará que pelear contra mangostas rabiosas no cae mucho dentro de las funciones de muchos trabajos, especialmente los de oficina; pero en Pork esta distinción es un poco borrosa porque la lucha libre es técnicamente un trabajo de oficina. Los luchadores combaten en cubículos de trabajo, deben llevar traje y suelen usar sus portátiles como armas contundentes. En la mayor parte de los casos estos puestos son creados para entretener al resto de los trabajadores de una empresa, aunque hay otras empresas que se dedican a ello por completo. Sea como sea, los gastos de material en este puesto de trabajo son ridículamente altos.

Los sindicatos himandeses aseguran tener como objetivo luchar contra estas medidas abusivas, pero, como en nuestro propio mundo, son partidos políticos encubiertos y eso solo quiere decir una cosa: solo se dedican a servir sus propios intereses y dejarse enredar más y más y más en la maraña burocrática que es el (des)gobierno de Himandia. A menudo con violencia innecesaria por enmedio.

Y eso es todo por ahora. Si ninguno de estos puestos de trabajo te convence y llevas meses en posición fetal porque eres incapaz de encontrar un trabajo que te permita pagar alquiler y comer al mismo tiempo puedes mandarnos hatemail a nuestro correo, twitter y G+.

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